Ⓣ Cicatriz Ⓚ

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«Contar estrellas, aunque sé que jamás acabaré de hacerlo»

Taehyung era consciente de que había muchas cosas que desconocía de Jungkook. Quizás no supiera cuál era su color o comida favorita, si prefería el verano o el invierno, o que tanto helado podía tolerar antes de sufrir un dolor de cabeza, pero sí sabía otras cosas, detalles que no aprendió porque Jungkook se los compartiera, sino por su propia observación: Al dormir, se tapaba hasta la nariz y abrazaba su almohada, también podía actuar de manera muy linda sin darse cuenta, llegando a lucir tan tierno que Taehyung a veces sólo quería apretujar sus mejillas. Le era muy fácil saber cuándo mentía, puesto a que siempre dejaba escapar una sonrisa en un suspiro incrédulo, evitando siempre mirar a los ojos. También sabía que Jungkook amaba el pollo frito y las brochetas de cordero, era muy astuto y su habitación tenía aroma a menta y chocolate.

Eran muchos detalles, y siempre obtenía más y más.

Definitivamente, ser incitado a huir de un evento importante nunca habría entrado en su cabeza, pero el menor le restó importancia admitiendo que no era la primera vez que lo hacía. Aparentemente, la madre de Jungkook había llegado más temprano a casa ese día por ser una invitada a aquella misma fiesta, Jungkook lo había olvidado por completo, por lo cual se vio obligado a ducharse, peinarse, vestirse formal y asistir, también sonriendo y saludando a un montón de gente, hasta que divisó a Taehyung entre la gente, y el plan maestro sólo llegó a su mente: siempre había querido fugarse en equipo.

Cuando Jungkook insistió con salir de allí, mencionó ya haber negociado con Jaein, quien accedió a dejar a Taehyung libre y le pidió al menor darle las gracias de su parte, ella se ocuparía del resto, lo menos que podría hacer luego de dos horas escuchando parloteos de viejos adinerados.

— No creí que fueras del tipo que escapa de fiestas de gente importante. - comentó Taehyung, y Jungkook sonrió divertido, concentrado en su tarea. — Y... ¿qué es este lugar?

Acabaron caminando en un enorme parque cerca del edificio de la fiesta, el lugar era gigante y estaba algo desierto. Taehyung caminaba distraído, mirando el suelo y sumido en sus pensamientos, sin dejar de ser consciente de la presencia de Jungkook junto a él, pero no notó la preocupación del menor, al menos no hasta que sintió como este mismo lo tomaba del brazo y se apresuraba a lo que Tae reconoció como la puerta de emergencias de una enorme edificación.

A Taehyung le sorprendía ver un edificio tan grande cerca de un parque, debían ser unos seis pisos, quizás cinco, y sólo alzar la cabeza para ver la altura hacían que su cabeza doliera, especialmente porque, al menos en esa parte, había una enorme cantidad de árboles eran muy altos y abundantes, bloqueándole la vista.

— Ya has estado aquí antes, ¿verdad? ¿Tu madre trabaja aquí? — observó alrededor, y al no obtener respuesta, se acercó hacia donde estaba el menor, intentando ver que lo mantenía tan ocupado. — Espera, ¿estás forzando la puerta?

Jungkook lo miró, frunciendo el entrecejo, ¿acaso eso no era obvio?

— ¿Esto no es vandalismo? — esperaba que negara con la cabeza, pero en cambio, los labios de Jungkook articularon un "No si no nos atrapan." Taehyung no podía creerlo. — No sé si sea buena idea, ¿sabes lo que haces?

Un pequeño "click" y la puerta rechinando al abrirse tuvieron que callarlo. Jungkook sonrió satisfecho y se alejó un poco hasta unos arbustos cercanos, tomando una mochila escondida entre ellos. Taehyung alzó las cejas, sorprendido.

— ¿Exactamente cuándo planeaste esto? — quiso saber, y el menor simplemente le sonrió, pasando a su lado para entrar y llevando su dedo índice a sus labios, indicando que debían ser muy silenciosos, y con una seña lo incitó a entrar.

𝙏𝘩𝘦 𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ» • 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐈𝐆𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 •Where stories live. Discover now