Mi Mejor Enemigo #MME3

CAPÍTULO 10

Intenté que el profesor de educación física no me pusiera con Cristian... Incluso le soborné con dinero pero se negó rotundamente y no hubo manera de convencerle.

Era la hora del recreo y me senté con mis amigas. Ellas no parecían estar tan descontentas como yo por este tema. Ambas vieron mi cara de amargura y dejaron de comer.

– Orientación – dijo Nora y asentí – ¿Con quién te ha tocado?

– Cristian – respondí sin ganas.

Malena me miró sin expresión y la rubia frunció el ceño.

– A ver... Cristian no es precisamente igual que Álvaro, pero es de lo mejorcito que hay – comentó Nora. Yo me quedé mirándola un buen rato muy seria.

– Sé que no me ha tocado con Álvaro, una desgracia, lo sé. Pero es que no aguanto a Cristian.

– ¿Pero cuándo habéis hablado? – preguntó Nora volviendo a comer.

– El sábado un par de veces – se miraron entre sí extrañadas – Sé que parece una tontería, pero en esas veces que nos hemos encontrado me ha demostrado que es una persona arrogante, irritable e idiota. Tengo más cosas que decir, ¿queréis oírlas?

– No te estoy entendiendo – hizo una pausa – Si habéis hablado dos veces, ¿cómo te puede caer mal?

– Mira, cuando alguien no te agrada porque es un borde o un orgulloso lo sabes sin la necesidad de conocerle de años o de días.

– Que raro. Conmigo es muy majo – dijo Nora.

Male estaba allí, pero no había abierto la boca hasta entonces.

– Ya sabéis lo que pienso de Cristian – habló restándole importancia.

– Lo sabemos. "Que tenga cuidado con él" – repetí sus mismas palabras – Tranquila Male. Lo que menos me preocupa ahora es que me pueda hacer algo. Debería preocuparle yo más a él de lo que pueda hacerle si me vuelve a sacar de quicio.

Ella no sonrió ni dijo nada más.

– Vosotras no parecéis nada disgustadas – dije cambiando de tema – ¿Quiénes han sido los afortunados?

A Nora se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja en la cara.

– Con Álvaro – respondió ella.

La asesiné con la mirada.

– Te odio – dije y ella rió.

– Ya sabes que si pudiera, te lo daba – se defendió.

– Seguro – sonreí y miré a mi otra amiga – ¿Y tú Male?

– Con Thomas. No me quejo, podría ser peor – contestó con un tono neutro.

– Si te oyera...

– Ya – dijo cortante.

Miré a Nora y esta se encogió de hombros. No sé que le pasaba, pero no quería preguntarle en aquel momento.

Asentí frunciendo los labios y empecé a comer. Unos minutos más tarde, Nora se levantó de la mesa y fue a dar un paseo a ver si veía a alguien (Thomas), aunque ella no quiso decirlo.

– Malena – le dije y ella elevó la vista de sus apuntes de biología – ¿Estás bien?

– Perfectamente.

– Vale. Preguntaré de otra forma. ¿Qué te preocupa? En cuanto nombré a Cristian se te cambió la cara.

Sabía que tenía razón.

– Ese chico no me agrada, Val. Ya te lo he dicho – dijo sin ganas – Desde que vino me ha transmitido una sensación... rara – fruncí el ceño.

– ¿A qué te refieres?

– Ya hemos hablado de esto. No me da buena espina. Lo del centro de menores, la supuesta apuñalada...

Creo que ha quedado claro. Malena era muy paranoica. Si veía una mosca volar ya se imaginaba que una plaga nos iba a comer a todos.

– Pero tú lo has dicho... Son solo rumores. Que el chico sea un borde que te cagas o que vista con chaquetas de cuero no significa que sea un delincuente.

– Lo sé. Tan solo... quiero que estés bien – relajó el gesto.

– Como ya te dije, no me preocupa.

– No te metas en líos con él.

– ¡Ya basta Malena! ¡Pareces mi madre! – ella sonrió un poco – No va a pasar nada. Te lo aseguro.

– Aun así, no pienso quedarme de brazos cruzados.

– ¿Qué vas a hacer? ¿Colarte en los archivos del instituto y sacarle fotos a su expediente? – elevé ambas cejas.

– Si no encuentro nada en Internet, lo haré – recogió sus cosas ya que el descanso estaba a punto de terminar.

– En ese caso, no quiero tener nada que ver – me levanté al mismo tiempo que ella.

Sonrió un poco y caminamos mientras la sirena sonaba dando paso a la siguiente clase.

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😍Cristian Gutierrez en portada😍