Mi Mejor Enemigo #MME3

CAPÍTULO 44

Al día siguiente, estaba desayunando cuando me llegó un mensaje de Álex.

Álex 💙 07:38 – ¿Lista para Orientación?

Orientación. Se me había olvidado por completo. La actividad de Educación Física que teníamos que hacer en un bosque por parejas... y mi pareja era Cristian.

Lo tenía asumido. El chico no iba a aparecer y me iba a tocar hacer la actividad sola o con otra pareja. Dentro de lo que cabía, no me disgustaba la idea porque, ¿ponerme de acuerdo con Cristian en algo? Imposible. Pero al mismo tiempo, pensaba en lo que podría haberle pasado y se me ponían los pelos de punta.

No obstante, lo olvidé por un momento y me preparé para ir al instituto. Me puse un legging, la sudadera más cómoda que tenía y mis preciosas y queridas zapatillas nike. Me peiné una coleta alta y después metí todo lo que iba a necesitar en una mochila pequeña. Liam ya estaba preparado en la puerta cuando salí de la habitación.

– ¿Te has lavado los dientes? – le pregunté arqueando una ceja.

– Pues claro – me miró con el ceño fruncido como si le ofendiera que todavía se lo preguntase.

– No me mientas.

– Aunque no me los hubiera lavado ya no tenemos tiempo. Venga, vamos – se dio la vuelta y abrió la puerta de salida.

Negué con una sonrisa y salimos de casa. Abajo nos esperaba Álex.

– Tengo tantas ganas de estar cinco horas con Verónica como de tirarme de un puente – comentó mientras empezábamos a caminar.

– Pensé que te caía bien – Alex conocía a la chica desde el colegio y cuando les veía hablar eran agradables el uno con el otro.

– Me caía bien hasta que se volvió una pija insoportable, es decir, hasta primero de la ESO – hizo una pausa – Supongo que fue la adolescencia y el que le regalaran un Iphone por su cumpleaños. Se le subió mucho a la cabeza y entonces se creía que era mejor que los demás – mientras hablaba asentía y lo relacionaba con todo lo que sabía de ella y todo lo que la conocía. Es verdad que a primera vista parece una chica normal, pero lo que todo el mundo dice de ella siempre es lo mismo – Ahora apenas hablo con ella... lo justo – se quedó callado unos segundos – No estoy insinuando que te dejes de llevar con ella por eso – aclaró rápidamente – Lo que menos quiero yo es decirte con quien te tienes que hablar y con quien no.

– Ya lo sé, Alex. No pasa nada. Antes de conocerla ya había oído rumores. Además, solo hay que fijarse un poco en ella – me encogí de hombros quitándole importancia al asunto porque apenas la tenía – Lo que me parece extraño es que ese lado aún no lo ha mostrado conmigo.

– Será porque os habláis desde hace muy poco. No tardará en sacar a la verdadera Verónica.

Por alguna razón, ese comentario me entristeció. Sabía de sobra cómo hablaba la gente de Verónica. Sobre el físico nadie tenía nada malo que decir, pero sobre su personalidad... Ahí venían los problemas. Quizás llegué a pensar que conmigo podría llegar a dejar ese lado orgulloso y comportarse como una persona normal. Pero Álex tiene razón. No me puedo fiar ni un pelo de nadie y menos de ella.

– Verónica se parece a Carla – comentó Liam quien llevaba todo el tiempo callado.

– ¿Quién es Carla? – preguntó Álex.

– Una niña con poco cerebro – Álex le miró con el ceño fruncido – Tonta – aclaró mi hermano como si el chico no se hubiera enterado.

– Ah, vaya. ¿Y es tu amiga?