1. Volviendo al pasado (Parte 1)

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En la sala de menesteres ya tenia todo preparado. La poción y el hechizo bien aprendido. Solo  faltaba que ellos aparecieran y estuvieran de acuerdo con mi plan.

La puerta es abierta de repente y la pequeña multitud ingresa hacia donde los estoy esperando con ansias. Mis siete hermanos Weasley, Hermione, Cedric, Neville, Luna, Draco y Harry con el pequeño Teddy en brazos.

— ¿A qué se debe está reunión? — me pregunta Bill — ¿Sucede algo con el colegio?

— No, ya está en condiciones para el comienzo de clases, la próxima semana - le respondo tranquila - Es por otro motivo que los reuní a todos. 

— ¿Es en lo que tan misteriosamente has estado trabajando? — me pregunta Harry.

— Sí cariño, y quiero que me dejen explicarlo, sin interrupción porque les sonara como una locura — les digo, aún sabiendo que no actuarán así.

— Ninguno de aquí está cuerdo — agrega Fred — Cuéntame que tramas.

— He estado pensando en las guerras — el rostro de todos se apaga de inmediato — En ambas muchas personas murieron, varias de esas personas... son de nuestras familias y he estado pensando mucho en eso y encontré la manera de solucionar eso...

— Si es lo que creo... — me dice Hermione sorprendida — Es imposible...

— No lo es, lo pensado unas mil veces. De arriba a abajo, para que no haya un error — le aclaro y acerco el cuadro de Godric — Él ha estado al pendiente...

— Espera... no todos somos tan listos como ustedes dos — nos dice Ron — ¿A qué te refieres?

— Se refiere a viajar en el tiempo — le responde Hermione.

— Al Hogwarts de 1975, para ser más exactos — les aclaro y levanto mis manos para impedir que me interrumpan — Les explicaré todo y luego decidimos si lo hacemos o no.

Me tomo unos quince minutos el explicarles con lujos de detalle, desde la poción, el hechizo y nuestras memorias. 

— Suena a una locura — habla primero Percy.

— Todos ustedes sean quejado de que no los hemos dejado participar en nuestras aventuras... pues aquí está su oportunidad — les digo en cambio y me acerco a Harry — ¿Tú qué opinas?

— Que podré conocer a mis padres...

— Serás mayor que ellos, pero podremos salvarlos, a ellos y al resto — les digo a todos — Solo necesito saber si cuento con todos ustedes, para esta aventura.

Se tomaron un momento de reflexión antes de dar un paso al frente. Saco mi varita y con un movimiento, hago que cada uno lleve puesto unas oscuras capas, que cubren gran parte de nuestras caras.

— Así que le daremos un poco de misterio al asunto — dice George — ¡Genial!

— Tomen la poción — les indico mientras que busco mi bolso y guardo el cuadro. Tomo mi poción y le pido a Harry que me de a Teddy — Bien, hagan una ronda y sujeten las manos de sus compañeros.

Todo empieza a girar, el suelo se ilumina antes de abrirse debajo de nuestros pies y nos succione. Solo me da tiempo para abrazar a Teddy para que no se lastime.

El aterrizaje es duro, bueno... para algunos, porque con Teddy aterrizamos sobre alguien. Los quejidos no se hacen esperar.

— Al menos hubieses puesto algo blando para el aterrizaje — protesta Draco.

— Lo voy a tener en cuenta para la próxima — les digo sentándome y veo que aterrice sobre Harry — ¿Estás bien?

— No me quejo — me dice Harry, aunque suena bastante adolorido y miro al pequeño que sigue  dormido entre mis brazos.

— Hann, mira a nuestro alrededor — me sugiere Cedric.

Todos los profesores y alumnos, nos están apuntando con sus varitas. Nos ven como una amenaza. Ron me ayuda a levantar y le paso a Teddy. Con Harry a mi lado, caminamos unos pasos al frente. 

— Tranquilo todo el mundo — les digo con calma — Venimos con un bebé de dos meses, ¿Creen que si quisiéramos pelear lo traeríamos? Así que, amablemente, les pido que bajen sus varitas antes de que lastimen a alguien.

Dumbledore da la vuelta de la mesa de los profesores y se detiene delante de mí.

— Nadie puede hacer apariciones en el castillo sin mi autorización... ¿Así que como es eso posible? —me pregunta con calma y curiosidad.

Dándoles la espalda a los alumnos, levanto mi capucha, para que viera por completo mi rostro y se sorprende al ver mis ojos.

"Soy una leona que no carece de valor y valentía, mi corazón late solo para hacer lo que se debe" — le digo en tono bajo que solo él puede escuchar.

— Comprendo — me dice con una ligera sonrisa y vuelvo a cubrir mi rostro — Quiero que bajen las varitas, no hay peligro — les pide a todos y pude escuchar el suspiro de alivio de mi grupo — ¿A qué se debe está visita?

— Es una misión muy importante y nos vamos a presentar y explicar todo, pero necesito a un grupo importante de personas aquí para eso — le digo y de mis bolsillo saco un papel doblado, con la lista que preparé y se la entrego — Solo una persona de ahí es muggle, pero es sumamente importante que este aquí presente.

— Les haré el llamado de inmediato entonces — me dice Dumbledore.

— Gracias profesor Dumbledore.

El ambiente se relaja un poco más, pero siguen todos en alerta. Volvemos con nuestro grupo y nos amontonamos en la esquina de la mesa de los profesores.

— Miren, allí están ellos — susurra emocionado Neville, mirando hacia la mesa de nuestros padres.

— Harry, eres el gemelo perdido de tu padre — susurra Ron y tiene razón. La única diferencia son el color de ojos y la cicatriz.

— Apuesto una cena, a que algunos de los padres se desmayan — susurra Fred.

— Hecho — decimos todos.

— La curiosidad los está enloqueciendo — comenta Charlie.

— Nosotros en su lugar estaríamos igual o peor — le respondo.

— ¿A quién mandaste a llamar? — me pregunta Luna.

— Ya lo verán, son personas muy importantes — le responda y me asombro al ver a mi padre con solo dieciséis años — Tenían razón los que le dicen a papá que los años no lo alcanza, está casi igual.

— Muy cierto — susurra Harry — Ese idiota está ahí con ellos, no puedo soportarlo...

— Cálmate...

— ¡James Potter! ¡Sirius Black! — grita una mujer pequeña, con el cabello bien rojo. Junto a un hombre muy parecido a James — Solo ha pasado un día de clases y ya nos han llamado.

Tanto James, como Sirius la miran avergonzados, mientras que los demás estamos conteniendo la risa.

— ¡Somos inocentes mamá! — le dicen ambos.

Todos, incluyéndonos, comenzamos a reír a causa de sus reacciones.

— Señora Potter, no los he llamado a causa de los muchachos — le explica Dumbledore — Aún no han hecho nada.

— Gracias por el apoyo profesor — le dicen ambos jóvenes con cierto tono de sarcasmo.

Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora