31. Poción Multijugos.

3.9K 292 38
                                    

- Quiero leer el siguiente capítulo - me pide Percy.

- Seguro, leamos este antes de almorzar - le respondo y le entrego el libro.

- El capítulo se llama "Poción multijugos"

Dejamos la escalera de piedra y la profesora McGonagall llamó a la puerta. Ésta se abrió silenciosamente y entramos. La profesora McGonagall nos pidió que esperemos y nos dejó solos.

Con Harry miramos a nuestra alrededor. Una cosa era segura: de todos los despachos de profesores que habíamos visitado aquel año, el de Dumbledore era, con mucho, el más interesante.

- Eso es cierto, cada vez que lo visitamos tiene algo nuevo - comenta Sirius.

- Sus visitas no son formales, sino porque se meten en problemas - le dice en cambio Lily.

- Nos gusta conversar y tomar el té con el Profesor - agrega James.

- Aprecio sus visitas, pero deberían meterse menos en problemas - les dice él.

- Estás pidiendo milagros Dumbledore - comenta McGonagall.

Era una sala circular, grande y hermosa, en la que se escuchaba multitud de leves y curiosos sonidos. Sobre las mesas de patas largas y finísimas había chismes muy extraños que hacían ruiditos y echaban pequeñas bocanadas de humo.

Las paredes estaban cubiertas de retratos de antiguos directores, hombres y mujeres, que dormitaban encerrados en los marcos. Noté que el cuadro de Godric estaba vacío, tal vez estuviera esperándome. Había también un gran escritorio con pies en forma de zarpas, y detrás de él, en un estante, un sombrero de mago ajado y roto: era el Sombrero Seleccionador.

Harry pareció dudar en algo. Se acercó sigilosamente al escritorio, agarró el sombrero del estante y se lo puso despacio en la cabeza. Era demasiado grande y se le caía sobre los ojos, igual que en la anterior ocasión en que se lo había puesto.

Me pareció muy extraño lo que hacia y estaba segura de que tenía sus propios motivos. Retrocedí unos pasos y le di su espacio.

Un minuto más tarde, agarró el sombrero por la punta y se lo quitó. Quedó colgando de su mano, mugriento y ajado. Lucia algo mareado, lo dejó de nuevo en el estante.

-Te equivocas - dijo en voz alta al inmóvil y silencioso sombrero.

Éste no se movió. Harry se separó un poco, sin dejar de mirarlo.

- ¿Qué fue todo eso? - le pregunté y pareció reaccionar.

- Algo que te contaré más tarde - dijo Harry y lucia más preocupado.

- Creo que algo se nos está pasando por alto - comenta Neville.

- Era un asunto complicado para mí - le responde Harry - Ron y Hermione lo dedujeron con el tiempo.

- Pero si lo hablaste con Hannah - le dices Remus.

- Ella es mi cable a tierra, ya lo verán - les dice a todos besando mi cabello.

Entonces, un ruido como de arcadas nos hizo volvernos completamente. No estábamos solo. Sobre una percha dorada detrás de la puerta, había un pájaro de aspecto decrépito que parecía un pavo medio desplumado.

Con Harry lo miramos, y el pájaro nos devolvió una mirada torva, emitiendo de nuevo su particular ruido. Parecía muy enfermo. Tenía los ojos apagados y, mientras Harry lo miraba, se le cayeron otras dos plumas de la cola. Estaba pensando en que lo único que le faltaba era que el pájaro de Dumbledore se muriera mientras estábamos con él a solas en el despacho, cuando el pájaro comenzó a arder.

Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"Where stories live. Discover now