50. El Boggart.

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- Algo me inquieta hoy - comenta James durante el desayuno.

- Hoy sabrán quien los traicionó, por eso estás inquieto - le respondo y miro al bebé en brazos de Lily.

- Todo saldrá bien papá, lo tenemos controlado - le asegura Harry.

- Quiero leer el próximo capítulo - me pide Luna.

- Sí, creo lo mejor será que avancemos rápido con esto - les digo pasando el libro a mi amiga.

- El Boggart.

- Ese si que fue un buen día, nuestra primera clase con el profesor Lupin - comenta Neville.

- Suena a que me fue bien.

- Lo hiciste muy bien tío Rem.

Malfoy no volvió a las aulas hasta última hora de la mañana del jueves, cuando los de Slytherin y los de Gryffindor estábamos en mitad de la clase de Pociones, que duraba dos horas. Entró con aire arrogante en la mazmorra, con el brazo derecho en cabestrillo y cubierto de vendajes, comportándose, según le parecía a Harry, como si fuera el heroico superviviente de una horrible batalla.

—¿Qué tal, Draco? — dijo Pansy Parkinson, sonriendo como una tonta — ¿Te duele mucho?

- Se puede notar claramente que no la aprecias - me dice mi hijo mayor.

- Se lo ganó, eso te lo garantizo - le respondo divertida - Pero tu padre y tu tío eran peores.

- Pero lo vas arreglar con tus métodos - comenta Teddy.

- No creo que me agrade como suena eso - comenta Draco y me hace reír.

- Empiecen a llevarse bien desde ahora y no habrá nada de qué temer.

—Sí — dijo Malfoy, con gesto de hombre valiente. Pero vi que le guiñaba un ojo a Crabbe y Goyle en el instante en que Pansy apartaba la vista.

—Siéntate — le dijo el profesor Snape amablemente.

Harry y Ron se miraron frunciendo el entrecejo. Si hubieran sido ellos los que hubieran llegado tarde, Snape no los habría mandado sentarse, los habría castigado a quedarse después de clase. Pero Malfoy siempre se había librado de los castigos en las clases de Snape. Snape era el jefe de la casa de Slytherin y generalmente favorecía a los suyos, en detrimento de los demás.

Ese día elaboramos una nueva pócima: una solución para encoger.

Malfoy colocó su caldero al lado de Harry y Ron, para preparar los ingredientes en la misma mesa.

—Profesor — dijo Malfoy —, necesitaré ayuda para cortar las raíces de margarita, porque con el brazo así no puedo.

— Weasley, córtaselas tú — ordenó Snape sin levantar la vista.

Ron se puso rojo como un tomate.

— No le pasa nada a tu brazo — le dijo a Malfoy entre dientes.

Malfoy le dirigió una sonrisita desde el otro lado de la mesa.

— Ya has oído al profesor Snape, Weasley. Córtame las raíces.

— Yo lo haré - me ofrecí y eso sorprendió a todos, Snape levantó la mirada - Ya he terminado con mi poción profesor, puedo ayudar a Draco a ponerse al día.

— Bien - dijo como cierto tono de molestia.

- Las enviaste una pelea y un castigo - me dice Lily y solo asiento - Bien pensado.

Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"Where stories live. Discover now