Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"

13. El hombre de las dos caras.

- Termino el capítulo - dice J.S. y enseguida le quito el libro.

- Hagamos un receso, debemos almorzar y el pequeño necesita un cambio - les digo.

- Es una buena sugerencia - comenta Dumbledore, regresando las largas mesas.

- ¿Estás bien? - susurra Harry.

- Sí, necesito un respiro - le asguro.

- Dame las cosas, yo me encargo del bebé.

Le entrego mi bolso y al bebé y lo veo salir junto a Remus y James. Pincho la comida y me pierdo en mis pensamientos.

- ¿Estás bien mamá Hann?

- Sí... solo... solo no quiero que escuchen el siguiente capítulo - le respondo mirando al adolescente y a los demás de su grupo - Pero no puedo obligarlos a irse ni tampoco a mis padres.

- Tú no nos hablas demasiado de lo ocurrido - me dice Al - Nosotros lo respetamos y sabemos lo que nos enseñan en el colegio, pero se ve diferente.

- Es como si no los conociéramos del todo - agrega J.S - Los abuelos y los tíos nos dicen que fue una época muy oscura, por eso no insistimos.

- No suena muy justo - les digo - Pase gran parte de mi vida sin saber nada de mis raíces y comprendo sus dudas. Solo...

- Mamá te amamos, no estés mal.

- Sabrán cosas que no les agradará y hasta que puede llegar a lastimarlos - les digo algo apenada.

- Todo eso te hizo la mujer más fuerte e inteligente y a la que amamos con locura - me dice J.S.

- Y yo los amo a ustedes.

-¿Y a mí? - dice Harry sentándose a mí lado y regresándome mi bolso.

- No tanto como ha nosotros - le dice en broma Teddy.

- Solo porque son nuestros hijos lo acepto - les dice antes de empezar a comer, provocando que me ría.

- Es bueno que lo vayas aceptando - le digo y veo que no tiene al bebé - ¿El pequeño?

- Remus me lo robó - me explica - Aunque espero que mi papá aprenda a cambiar pañales porque es un desastre ahora en eso.

- Tiene tiempo para aprender, tú tampoco aprendiste de la noche a la mañana - le digo en cambio.

- Pero aprendí rápido.

- Sí eso te consuela papá - dice J.S.

- ¿Cuántos capítulos le queda al libro? - nos pregunta Teddy.

- Dos, al menos.

- Hannah - me llama mis padres.

-Queremos seguir - agrega James y miro a Harry y a nuestros niños.

- Bien, pero ninguno de ustedes ni de nuestros abuelos leerá el siguiente capítulo - les dejo en claro.

- Yo lo leeré Luciérnaga.

- No lo sé Draco.

- Hann, permiteselo - me dice Harry.

- Bien, como quieran - les digo resignada y le paso el libro antes de regresar los sillones a sus lugares.

- No nos moveremos de tu lado - me dice Teddy.

Me siento entre Harry y Teddy, mientras que J.S y Albus aparecieron unos grandes almohadones para acomodarse en el suelo a nuestro alrededor. Protección al máximo.