.94. La tercera prueba.

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- ¿Mamá Hann, te sientes bien? - me pregunta Teddy en el desayuno.

- Tienes cara de no haber dormido en toda la noche - agrega J.S.

- ¿Es por qué estamos llegando al final? - me pregunta Al.

- Sí a los tres - les respondo - Todo se relaciona y sabrán porqué su abuelo, aún sindo adulta, sigo castigada.

- Todo saldrá bien Gryffindor - me dice Harry.

- Ni tú te lo crees - le digo en cambio - La falta de sueño y los nervios me ponen de mal humor.

- Ten, esto te ayudará - me dice Teddy dándome un chocolate.

- Qué comas chocolate a esta hora, no es una buena señal - me dice Leo llamando la atención del resto.

- Tienes razón, hoy terminaremos el libro - les aviso a todos - Prefiero que está parte pase de una vez por todas.

- Yo leeré este capítulo - me dice Hermione mientras que aparezco todo.

- Gracias - le susurro antes de pasárselo.

- "La Tercera Prueba".

- Las miradas de los tres no son una buena señal - nos dice James.

- Solo tomenlo con calma - les pido.

—¿También Dumbledore cree que Quien-tú-sabes está recuperando fuerzas? — murmuró Ron.

Con Harry ya habíamos hecho partícipes a Ron y Hermione de todo cuanto habíamos visto en el pensadero y de casi todo lo que Dumbledore le había dicho y
mostrado después. Y, naturalmente, también había hecho partícipe a Sirius, a quien había enviado una lechuza en cuanto salió del despacho de Dumbledore. Quise hacer lo mismo con mi padre, pero no lo quería loco de preocupación.

- ¡Hannah!

- Solo había sido un sueño, no era nada concreto - le digo en cambio - Te conozco... Bueno, a la versión de mi tiempo y si te avisaba ibas a querer mudarte al castillo.

- Tienen razón - le dice Leo y se gana una mirada seria - No me mires así, ella es igual que tú... protege a todo el mundo.

- Freddy, eso no volverá a pasar - agrega mamá y sólo le queda resignarse.

Aquella noche los cuatro volvimos a quedarnos hasta tarde hablando de todas esas cosas en la sala común, hasta que a Harry empezó a darle vueltas la cabeza y comprendió a qué se refería Dumbledore cuando le había dicho que tenía tantos pensamientos en la cabeza que resultaba un alivio sacarlos.

Ron miraba la chimenea. A Harry le pareció que su amigo temblaba un
poco, aunque la noche era cálida.

—¿Y confía en Snape? — preguntó Ron — ¿De verdad confía en Snape,
aunque sabe que fue un mortífago?

—Sí —respondió Harry.

Hermione llevaba diez minutos sin hablar. Estaba sentada con la frente apoyada en las manos y mirando al suelo. A Harry se le ocurrió que también a ella le hubiera sido útil un pensadero.

—Rita Skeeter — murmuró al final.

—¿Cómo puedes preocuparte ahora por ella? — exclamó Ron, sin dar
crédito a sus oídos.

—No me preocupo por ella —dijo Hermione sin dejar de mirar al suelo—. Sólo estoy pensando... ¿Recuerdan lo que me dijo en Las Tres Escobas? «Yo sé cosas sobre Ludo Bagman que te pondrían los pelos de punta...» Supongo que se refería a eso. Ella hizo la crónica del juicio, sabía que les había pasado información a los mortífagos. Y Winky también lo sabía, ¿se acuerdan? «¡El señor Bagman es un mago malo!» Seguro que el señor Crouch se puso furioso cuando lo dejaron en libertad y lo comentó en su casa.

Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"Where stories live. Discover now