.95. Hueso, carne y sangre.

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- Escuchen, de ahora en adelante todo irá empeorando y lo mejor es que ninguno de nuestros padres o hijos lean lo que está por venir - les digo a todos sintiendo una gran presión.

- De acuerdo mamá - me dice Al - Sabemos que estás preocupada y no vamos a empeorar tu ánimo.

- Yo lo leeré Hannah - me dice Charlie y Herms le pasa el libro - "Hueso, carne y sangre".

- No es literal, ¿o sí? - nos pregunta Sirius.

- Lo es - le afirma Harry - Fue un suceso que aún está marcado en nuestras vidas.

Papá solo me mira preocupado y no soy capaz de regalarle una sonrisa para tranquilizarlo porque no estaría siendo honesta con él.

Sentí que mis pies daban contra el suelo. La pierna herida de Harry flaqueó, y cayó de bruces. La mano, por fin, soltamos la Copa de los tres magos.

—¿Dónde estamos? — preguntó.

Cedric sacudió la cabeza. Se levantó, me ayudó a poner en pie a Harry, y
los tres miramos en torno.

Habíamos abandonado los terrenos de Hogwarts. Era evidente que habíamos viajado muchos kilómetros, porque ni siquiera se veían las montañas que rodeaban el castillo. Nos hallabamos en el cementerio oscuro y descuidado de una pequeña iglesia, cuya silueta se podía ver tras un tejo grande que tenían a la derecha. A la izquierda se alzaba una colina. En la ladera de aquella colina se distinguía apenas la silueta de una casa antigua y magnífica.

- Cayeron directo en la trampa - nos dice Reg con un tono amargo.

- En la cual tuve que haber ido sólo - le dice Harry y lo miro molesta - Sabes que es cierto Hannah, Cedric y tú hubiesen estado a salvo.

- Recuerdo cual fue uno de los motivos que te hizo escapar - le digo en cambio.

- Que tú no te irías sin mí - me responde antes de besar mi frente.

Cedric miró la Copa y luego a Harry.

—¿Les dijo alguien que la Copa fuera un traslador? — preguntó.

—Nadie — respondió Harry, mirando el cementerio. El silencio era total y algo inquietante — ¿Será esto parte de la prueba?

—Ni idea — dijo Cedric. Parecía nervioso — ¿No deberíamos sacar la varita?

—Sí — asintió Harry, contento de que Cedric se hubiera anticipado a
sugerirlo.

- Tengo un mal presentimiento - les dije a ambos y al parecer compartíamos el sentimientos.

Harry seguía observando a su alrededor. Teníamos otra vez la
extraña sensación de que los vigilaban.

—Alguien viene — dijo de pronto.

- ¿Por qué no corrieron? - nos pregunta Scorp.

- Por si era el último obstáculo, lo enfrentariamos y volveríamos al colegio - le responde Cedric.

- Fuimos muy ingenuos de que tres contra uno y medio íbamos a poder ganar -  agrega Harry.

- Hemos hablado esto mil veces, no sabíamos que era una trampa y no es tu culpa - le repito - O en todo caso compartimos la carga.

Escudriñando en la oscuridad, vislumbramos una figura que se acercaba caminando derecho hacia nosotros por entre las tumbas. No podía distinguirle la cara; pero, por la forma en que andaba y la postura de los brazos, pensé que llevaba algo en ellos. Quienquiera que fuera, era de pequeña estatura, y llevaba sobre la cabeza una capa con capucha que le ocultaba el rostro. La distancia entre nosotros se acortaba a cada paso, permitiéndonos ver que lo que llevaba el encapuchado parecía un bebé... ¿o era simplemente una túnica arrebujada?

Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"Where stories live. Discover now