Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"

.72. La marca tenebrosa.

N/A: Pongo una nota al principio porque hay muchas lectoras que son muy fieles fan y debido a que se mezcla con mi historia, hay muchas cosas que no coincidirán. Sobre todo cuando hablo del tiempo y los ataques de los Mortifagos. Eso no coincidirán, la primera generación ya saben de ese tipo de ataques y de la marca tenebrosa.

- Voy a leer el siguiente - nos dice Herms y creo que es una excelente idea - Y no voy a leerles el título.

- Esperaba un poco más para que aparecieran los problemas - comenta Lily.

- Nosotros igual mamá - le responde Harry.

- Hanny, el pequeño parece estar molesto... igual que su otra versión - me dice Leo y me levanto a buscarlo.

- Ambos están con sueño - le respondo y acomodó al pequeño que empieza a cerrar sus ojos - Teddy ya es el último y no dejaré que Leo te moleste esta noche.

- Gracias mamá Hann - me dice él - Y quiero ver que lo intente.

- No soy tan loco...

- ¿Podemos empezar? - pregunta James.

- Empieza Herms.

— No le digan a su madre que han apostado — imploró a Fred y George el señor Weasley, bajando despacio por la escalera alfombrada de púrpura.

—No te preocupes, papá — le respondió Fred muy alegre —. Tenemos grandes planes para este dinero, y no queremos que nos lo confisquen.

Por un momento me dio la impresión de que el señor Weasley iba a preguntar qué grandes planes eran aquéllos; pero, tras reflexionar un poco, pareció decidir que prefería no saberlo. Una sabía decisión de su parte.

- No somos tan malos - me dice George.

- Me refería que de haberlo sabido, su padre hubiera pasado a ser cómplice - le respondo.

- ¿No hicieron nada malo, verdad? - les pregunta Arthur.

- Nada grave - le asegura Fred.

Pronto nos vimos rodeados por la multitud que abandonaba el estadio para regresar a las tiendas de campaña. El aire de la noche llevaba hasta nosotros estridentes cantos mientras volvíamos por el camino iluminado de farolas, y los leprechauns no paraban de moverse velozmente por encima de nuestras cabezas, riéndose a carcajadas y agitando sus faroles.

Cuando por fin llegamos a las tiendas, nadie tenía sueño y, dada la algarabía que había en torno a nosotros, el señor Weasley y papá, consintieron en que tomaramos todos juntos una última taza de chocolate con leche antes de acostarnos. No tardamos en adentrarnos en una agradable discusión sobre el partido. El señor Weasley se mostró en desacuerdo con Charlie en lo referente al comportamiento violento, y no dio por finalizado el análisis del partido hasta que Ginny se cayó dormida sobre la pequeña mesa, derramando el chocolate por el suelo. Entonces nos mandó a todos a dormir. Con Hermione y Ginny nos metimos en su tienda. Desde el otro lado del campamento llegaba aún el eco de cánticos y de ruidos extraños.

- Estaba cansada - protesta Ginny cuando varios ríen de ella.

-  No puedo creer que hayas derramado el chocolate - le dice ofendido Teddy.

- No lo hice a propósito.

- Aunque hay que destacar que no hay nada mejor que una discusión después de un gran partido - nos dice James.

- Hasta el último detalle.

No llegué a saber a ciencia cierta si me había dormido o no, lo único que supe fue que, de repente, estaba gritando.