- Al fin hemos llegado al último de este libro, vamos a terminarlo porque debemos cenar e irnos a dormir, mañana tendremos un partido de Quidditch - nos dice James.
- ¿Estás ansioso por competir contra tu hijo? - le pregunta Remus.
- Será épico - comenta J.S - Sabemos que son de las generaciones más fuerte y verlos jugar en su mejor época... wou...
- Será entretenido, hace un año que no jugamos y será agradable retomar - les digo.
- Bien, leeré el último - me pide Fred y se lo paso - "La recompensa de Dobby"
Hubo un momento de silencio cuando con Harry, Ron, Ginny y Lockhart aparecemos en la puerta, llenos de barro, suciedad y, en el caso de Harry, sangre. Luego alguien gritó:
—¡Ginny!
Era la señora Weasley, que estaba llorando delante de la chimenea. Se puso en pie de un salto, seguida por su marido, y se abalanzaron sobre su hija.
- Eso es una reacción muy normal y comprensible - comenta mi abuela.
- Sí, mi mamá no me perdió de vista en todo el verano y no me quejo - le dice Ginny.
- Mejor, porque es lo que haré desde que nazcas.
Con Harry, sin embargo, miramos detrás de ellos. El profesor Dumbledore estaba ante la repisa de la chimenea, sonriendo, junto a la profesora McGonagall, que respiraba con dificultad y se llevó una mano al pecho. Fawkes pasó zumbando cerca de Harry para posarse en el hombro de Dumbledore. Sin apenas darnos cuenta, con Harry y Ron nos encontramos atrapados en el abrazo de la señora Weasley.
—¡La han salvado! ¡La han salvado! ¿Cómo lo hicieron?
—Creo que a todos nos encantaría enterarnos — dijo con un hilo de voz la profesora McGonagall.
En ese momento, mis padres aparecieron por la puerta y dejaron escapar un gran suspiro de alivio, antes de abrazarnos.
- Apenas supimos de la desaparición de Ginny, algo me decía que irían por ella - dijo papá mirando el estado en el que estábamos - Y veo que no me equivoque.
- ¿Están bien? - nos preguntó en cambio mamá.
- Sí, ninguno está herido - le asegure.
- Señor y Señora Gryffindor, lo mejor será que tomen asiento - les pidió la Profesora McGonagall - Estaban por contarnos como lo lograron.
- Me conoces desde que nací, llámanos por nuestro nombres, Minnie - dice mi papá y le sonríe a modo de respuesta.
- A él le sonríe, eso no es justo y se llama favoritismo - protesta Sirius y varios reímos por su berrinche.
- Señor Black ya es grande para comportarse así - le responde - Y el joven Fredderick, lo habrá utilizado para calmarme.
- Suena a excusa...
- No lo es Canuto, todos sabemos que soy su favorito - le dice James.
- Basta, ya quedó claro que su favorito es Harry - interviene Remus y comenzamos a reír.
- Sigue Fred... - le pido o seguiremos así toda la noche.
La señora Weasley soltó a Harry, que dudó un instante, luego se acercó a la mesa y depositó encima el Sombrero Seleccionador, la espada con rubíes incrustados y lo que quedaba del diario de Ryddle.
Harry empezó a contarlo todo. Hablaba durante casi un cuarto de hora, mientras los demás lo escuchaban absortos y en silencio. Contó lo de la voz que no salía de ningún sitio; que Hermione había comprendido que lo que él oía era un basilisco que se movía por las tuberías; que él, Ron y yo, seguimos a las arañas por el bosque; que Aragog nos había dicho dónde había matado a su víctima el basilisco; que habíamos adivinado que Myrtle la Llorona había sido la víctima, y que la entrada a la Cámara de los Secretos podía encontrarse en los aseos...
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Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"
FanfictionObviamente, se leerá la historia de Harry Potter en el pasado con las tres generaciones, pero será diferente. La historia que se contará, es la que escribí en mi muro. Está basada en los libros y tiene las alteraciones de mi parte. Quiero que eso q...