PRÓLOGO

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"Baile de graduación"

Los letreros colgados a los alrededores de la escuela brillan en tonos dorados y azules dando un guiño a la temática del baile.

Mi último año.

Apenas podía creer que después de tanto tiempo anhelando este momento al fin  había llegado y para mi sorpresa no me sentía nada lista.

¿Qué se suponía que haría ahora?

Mi vida giraba en torno a cuatro cosas: las apariencias sociales que mamá y la abuela me obligaban a mantener, la escuela, las fiestas y Asher; no sabía que había más allá y tampoco estaba muy segura de querer averiguarlo.

— ¡Dios, no puedo creer que ya nos graduamos! — chillo Celia mientras las lágrimas inundaban sus hermosos ojos verdes antes de desbordar rodando sobre la pálida piel de sus mejillas — ¿quién creen que me invite al baile? —

— Yo creo que Asher, sé que se han estado viendo — respondió Kora con una sonrisa de oreja a oreja mientras revisaba que su maquillaje se encontrara en perfecto estado — y la otra noche tardaron demasiado en ir a "hablar" a tu habitación —

— Y no es que habláramos, precisamente — respondió Celia con una sonrisa traviesa — pero es claro que eso es imposible, todos sabemos a quien llevara... —

De pronto fui consciente que mi grupo de "amigas" tenían los ojos clavados en mí tirando por la borda mi plan para escapar de aquella extraña situación antes de que comenzaran a comenzar a interrogarme.

Celia y Kora eran mis amistades más "cercanas" que tenía en la escuela, salíamos de fiesta, teníamos pijamadas y hacíamos todo ese tipo de cosas que hacen las mejores amigas solo que entre nosotras no habían ni una pizca de confianza, éramos conscientes de que cualquiera era capaz de apuñalar a la otra a la primera oportunidad que se le presentara sin remordimiento alguno.

No es que fuera una paranoica o algo por el estilo pero así era como funcionaban las cosas en esta escuela; éramos los herederos de enormes fortunas e imperios empresariales y nuestros mentores no eran más que las miles de formas diferentes en las que el diablo podría reencarnar en forma humana.

— ¿Asher ya te preguntó si quieres ir al baile con él? — preguntó Kora con una sonrisa alegre.

Ella era la que más me agradaba, hija de un abogado reconocido y una exitosa chef de quien mi madre era amiga.

Su cabellera negra caía sobre su cuerpo delgado abrazando sus caderas como una elegante cascada que enmarca su rostro con facciones asiáticas y sus ojos marrones brillaban bajo los rayos del sol en plena primavera dándole vida a su piel aceitunada.

— No — respondí con el ceño fruncido — así que seguramente aún tienes oportunidades — dije en dirección a Celia.

Ella era la típica chica de sociedad con piel de porcelana y cabellera rubia que creía que el mundo lo tenía a sus pies, pero sabíamos que solo era una víctima más de las familias rotas que habitaban la ciudad y buscaba la aprobación de todo el mundo en un intento desesperado por ser la reina en algún lugar ya que en su casa sus hermanos mayores apenas notaban su existencia.

Al igual que sus padres, pero eso era normal entre todos nosotros.

Lo único que Celia tenía a su favor a demás de su belleza era su habilidad para manipular a las personas; ella tal vez sí era una psicópata pero jamás lo sabríamos porque era tan mentirosa como hermosa; una excelente actriz.

— Sí, claro — respondió riendo — pregunta, ¿qué son ustedes dos?... Quiero decir, es que llevo conociéndote toda mi vida y jamás he descubierto que se traen entre ustedes —

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