RAMÉ ✔️

CAPÍTULO 22

El repliqueo de nuestros zapatos sobre las escaleras resonaba en la casa de manera escandalosa pero a ninguno de los dos parecía importarnos muchos, era miércoles y las únicas personas que había en mi casa eran los del servicio.

Apenas gire la manija de la puerta de mi habitación los labios de Asher se cerraron sobre los míos de manera lasciva, provocando que la humedad en mi entrepierna se extendiera aún más.

— La puerta — le recordé contra sus labios mientras desabotonaba su camiseta blanca que pertenecía al uniforme de la escuela antes de dejarla caer por sus hombros.

Asher cerró la puerta de una patada antes de colocar el pestillo con un rápido movimiento. Sin más me tomó de las caderas cargándome hasta que mis piernas abrazaron su cintura y mis dedos se hundieron en su cabello.

Un pequeño gemido escapó de mis labios cuando sentí su lengua subir lentamente sobre la piel ardiente de mi cuello hasta el lóbulo de mi oreja el cual mordisqueó con delicadeza. Sentía como si los ojos me fueran a llegar hasta la coronilla mientras me restregaba contra su entrepierna comprobando que él se sentía tan ansioso como yo.

En cuanto Asher me dejó sobre la cama comencé a deshacerme de mi blusa mientras él estiraba la mano en dirección al suelo en busca de algo.

Condones, supongo.

— Te mentí — jadeo antes de besar mis labios y sonreír con diversión.

— ¿Q-qué? — pregunte confundida mientras clavaba mis ojos sobre el rostro sonrojado de Asher.

Sus mejillas brillaban en color carmín al igual que sus labios hinchados y una fina capa de sudor cubría su piel dándole un brillo único. Era simplemente perfecto aún con la voz ronca y la respiración agitada.

— No vamos a coger —respondió con una pequeña sonrisa — vamos a estudiar para tu examen de matemáticas —

Un libro apareció a lado de su rostro y entonces entendí que era aquello lo que había buscado en el suelo de la habitación.

— ¡Asher, no! — chille mientras dejaba caer mi cabeza sobre las almohadas y cerraba mis ojos tratando de no lanzarlo fuera de mi cama — Ya te dije que no quiero estudiar, es demasiado estrés para mi mejor vamos a concentrarnos en cosas importantes como el hecho de que estoy muy excitada y tu no estas haciendo nada para complacerme —

— Pero vas a hacerlo, necesitas pasar ese examen para graduarte Jade — dijo un poco más serio mientras se acostaba a mi lado dejándome con la falda arrugada hasta mi cintura y mi blusa a medio desabotonar — ¿Cómo se supone que nos iremos a vivir juntos si no entras a la universidad? —

— ¿Juntos? — pregunte con los ojos abiertos como platos mientras sentía como todo en mi cuerpo de quedaba congelado — ¿Tu y yo? —

— Pues claro, ¿quieres invitar a alguien más? — preguntó con el ceño fruncido mientras clavaba sus ojos sobre mi.

— No — negué enseguida con una sonrisa que sentía que en cualquier momento iba a hacer que mi rostro explotara.

— Bien, entonces vamos a ver los temas — respondió con una ligera sonrisa antes de posar sus ojos sobre las páginas del libro de matemáticas y comenzar a tamborilear sobre mi pierna con sus dedos.

Sabía que ambos asistiríamos a la misma universidad pero no estaba enterada de que Asher quisiera que fuéramos a vivir juntos. Siempre pensé en que me mudaría con Celia y Kora, que sería cuestión de meses para que las cosas entre él y yo empeorarán cuando aún se siguiera metiendo con mis amigas enfrente de mí.