Erase una vez una niña llamada Jade y un niño llamado Asher, ambos eran víctimas de los daños colaterales de los errores y ambiciones de sus padres; espíritus de niños deprimidos por el mundo cruel del cual nadie intentó salvarlos. Hasta que se cono...
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— Y ahora los novios van a decir sus votos. — anunció el padre frente a nosotros.
El padre Montiel era uno de los clientes frecuentes de bar, solía venir aquí tres veces por semana para hablar con otros colegas mientras disfrutaban de botanas y una ronda de cervezas Y También había aceptado en casarnos en el bar sin chistar.
— Jade Johnson, hace un poco más de tres años sentía que caminaba sobre la vida que siempre había soñado, pero de alguna manera sabía que me hacía falta algo para se feliz y hoy frente a todas estas personas puedo decir orgullo que lo encontré; en una mesera un poco torpe que me cautivó por completo y me hizo sufrir durante semanas por comer macarrones con queso... Y chipotle.— dijo Ezra tomando mis manos entre las suyas, clavando su mirada, de aquella forma en la que él solo podía hacer, sobre mi — Jamás pensé que mi vida fuera a tomar este rumbo, pero si pudiera regresar el tiempo te juro que tomaría las mismas decisiones hasta llegar a aquí, porque no hay nada en este mundo que quiera más que a ti y a nuestro hijo... Excepto mi lámpara del duende, eso lo recuperaría si pudiera viajar en el tiempo.
Una pequeña risa brotó de mis labios acompañada de los invitado.
— Esa lámpara daba miedo. — dijo Nathy, quien estaba sentado a lado de Ethan.
— No daba miedo, pero lo dejaré pasar porque te amo y porque sino se me van a olvidar mis votos. — dijo Ezra con una sonrisa mirando a Nathaniel antes de volver a posar sus ojos en mí — Eres la mujer más hermosa que hay en este mundo, eres todo lo que siempre soñé y hasta más; me haces sentir que soy capaz de lograr todo lo que quiera en esta vida, me das ánimos para levantarme de cualquier mala racha y me haces caer enamorado de ti todos los días.
» No puedo imaginar que cosa hice para merecerte, te amo y prometo sostener tu mano en todos los momentos, recordarte que te amo y lo hermosa que eres por todos lo días de mi vida e incluso después de la muerte seguiré haciéndolo; porque estoy seguro que me quedaré en el limbo esperando a tenerte de nuevo en mis brazos, sería ilógico pensar en un paraíso sin ti. — continuó con una sonrisa que me recordaba a la primera vez que lo vi reír — Seré un mejor hombre por ti, un buen padre y un excelente amante, amor.
Sentí como el color de rojo de mis mejillas se mezclaba con las lágrimas de felicidad que había derramado durante toda la ceremonia.
— Ezra Moore, cuando llegué a esta ciudad jamás me imaginé que podría llegar a ser la esposa de alguien o la madre de un pequeño príncipe, pero tu me hiciste creer que podría y estuviste a mi lado en cada segundo aunque no tenías porque quedarte. — dije con una sonrisa, intentando no tirarme a llorar como una loca — Toda mi vida creí que conocía lo que era amar alguien y lo que era una familia, pero entonces llegaste tu con tu sonrisa encantadora y tu mala excusa de tus deberes como bombero, y me llevaste a cenar macarrones con queso...
— Y chipotle — añadió con una gran sonrisa.
— Me salvaste de un vacío en el que ni yo sabía que estaba cayendo y me enseñaste la luz de día, me diste las fuerzas que necesite cada vez que estaba por darme por vencida y festejaste conmigo todos mis logros. — continué — Eres el amor de mi vida, eres un hombre compasivo, caballeroso, gentil y estos solo son algunas de las razones por las cuales te amo con locura.
