CAPÍTULO 46

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Asher Faith:

«Cierra los ojos y a grita cuando estés lista, pero no hagas trampa» mandé el mensaje a Jade mientras esperaba afuera de su cuarto con una bolsa llena de los materiales que necesitaba.

— ¡Lista! — gritó Jade riendo.

Entré a su habitación asegurándome de que se encontrará con los ojos cerrados, estaba sobre la cama con un par de libros tirados por toda la cama al igual que envolturas de dulces.

Y pensar que era la misma que me llegó a llamar "cochino" por ser un niño, ella era un asco pero era parte de su encanto; no habría una Jade sin desastre o sin un Asher.

— Voy a ponerte una venda, así que no abras los ojos hasta que te diga. — dije con autoridad mientras comenzaba a anudar la tela negra detrás de su cabeza mientras que ella comenzaba a toquetearme de modo juguetón.

— ¿Qué es esto? — preguntó riendo, estaba nerviosa — ¿Una nueva fantasía sexual? —

No lo había pensado así.

— Tal vez, más tarde. — asentí divertido, jamás había que decir que no.

Me asegure de que ella no viera nada a través de la tela antes de depositar un beso rápido sobre sus labios sabor a cereza, llenos de un estúpido brillo que se me pegaba.

— Bien, ven. — dije mientras la cargaba sin esfuerzo hasta ponerla de pie en el suelo — Voy a cambiarte. —

— Esto es muy excitante. — susurró mientras comenzaba a desnudarle.

Había comprado un lindo vestido color oro rosado que había visto en una pasarela a la que fuimos días atrás, éste se amoldaba a su cuerpo a la perfección marcando su figura y abrazando su espalda con un par de tiras de diamantes dándole un toque elegante al escote que le llegaba hasta el inicio de la curva de sus glúteos, también había conseguido un juego de aretes, collar y un brazalete de pequeños diamantes como el de su vestido. Sabía que le encantaría.

— ¿Tacones? — preguntó mientras le calzaba los pies, lucía como toda una princesa si el cuento de hadas estuviera basado en nuestros tiempos.

— Cállate, te ves muy guapa. — susurré mientras cubría su cuerpo con un abrigo, el invierno aún abrazaba el día de San Valentin así que no quería que pasara un mal rato en la intemperie.

— ¿A dónde vamos? — preguntó mientras volvía a sentarla sobre la cama y tomaba su celular antes de recoger un poco; me causaba mucha ansiedad ver todo tirado.

— Es una sorpresa. — dije tomándola entre mis brazos, era demasiado torpe para andar con los ojos cerrado por la casa.

Cuando llegamos a la planta baja me aseguré de que su abuela no anduviera merodeando la casa porque seguramente nos preguntaría a dónde íbamos y en realidad no estaba de humor para desperdiciar mi tiempo en su falsa preocupación.

Camine con Jade hasta la limusina donde me esperó sentada hasta que yo acabara de preparar todo; hoy era su día de suerte.

Había pasado toda la semana organizando la sorpresa, así que apenas me levanté comencé a poner la champaña, copas, pétalos de rosas y un gran regalo dentro del automóvil antes de ir por ella.

— Asher. — gruñó después de un rato, era demasiado desesperada.

Cuando el chófer comenzó a avanzar por las calles de nuestra ciudad le quite la venda de los ojos a Jade quien apenas abrió los ojos ahogó un grito de la emoción mientras revisaba cada detalle del lugar.

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