CAPÍTULO 36

5.4K 473 471
                                    

—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ... ¡Y dijo que era una excelente vendedora! — dije con una sonrisa mientras sentaba a Nathaniel en su silla de comida — Hoy te ves más guapo amor, ¿durmió su siesta? —

— Sí. — respondió Ezra con una sonrisa torcida mientras me pasaba un pequeño plato para Nathy junto con su cuchara de plástico — Te ves hermosa hoy, amor. — susurró antes de darme una suave nalgada.

— ¿Qué tienes? — pregunté con el ceño fruncido mientras me giraba a verlo, había llegado de mi primera entrevista de trabajo después de ser oficialmente una egresada de la universidad y me había ido bastante bien — Luces extraño. — susurré mientras besaba sus suaves labios.

Había tenido que usar tacones aquella tarde así que me resultaba más fácil llegar a sus labios.

— Nada, — mentiroso — es solo que te extrañamos mucho. — dijo con una pequeña sonrisa — ¿Sabes lo mucho que te amo? —

— ¿Qué rompieron? — pregunté mirando a Nathaniel quien se entretenía con un macarrón con queso que se había enredado en su cabello.

— ¿No puedo decirte lo mucho que te amo sin que pienses que hice algo malo? — preguntó con una sonrisa burlona mientras depositaba un pequeño beso en mi nariz — Te amo. —

— Yo te amo más, pero estas muy extraño.

— Es que siento que hace mucho no te digo lo importante que eres para mi. — respondió mientras apartaba mi cabellera suelta de mis hombros — Eres el amor de mi vida, ¿lo sabes? — preguntó con una pequeña sonrisa antes de besar mi frente — Estoy muy agradecido con la vida por haberte puesto en mi camino porque contigo encontré mi felicidad. —

— Yo también. — asentí con sonriendo como niña en navidad antes de besarlo — Te amo mucho y estoy muy agradecida por tenerte en mi vida. —

— ¡Papi, papi! — exclamó Nathy detrás de nosotros mientras se removía en su silla con una sonrisa.

— ¿Qué pasa pequeño? — preguntó Ezra con una sonrisa dulce mientras me abrazaba por la cintura y yo encantada me recosté sobre su pecho, había bañado a Nathy porque olía a jabón para bebé, colonia varonil y canela.

— Te amo. — dijo antes de fruncir sus labios esperando a que él fuera hasta su lugar para recibir su beso.

— Tenemos un hijo muy demandante. — susurró mientras me soltaba para ir hasta él y recibir su beso lleno de queso — También te amo Nathy. — 

— ¡Mami, mami! — exclamó ahora en mi dirección frunciendo sus labios.

— ¿A mi no me amas? — pregunté con un puchero cuando sus labios tronaron en mi mejilla.

— Te amo. — asintió antes de darme un macarrón de su plato.

— Te amo más, — dije antes de besar su frente — pero ahora mami tiene que comer porque se muere de hambre. — 

RAMÉ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora