🦇 Capítulo: 28 (Tyler) 🦇

229 27 21
                                    

En este momento no pude haber metido la pata de mejor manera, Ella ha soltado delante de su hermana que me acostaba con ella y que solo quiero a Sofi para eso, pero se equivoca, con Sofi quiero algo estable, algo serio.
No sé que le ha pasado a Ella pero se ha salido de control, se notaba bastante alterada y también dolida, como si el hecho de que quiera salir con Sofi le hubiese afectado.

Ahora me encuentro explicándole a Sofi que lo mío con su hermana no tuvo importancia, y es cierto, con Ella solo me acosté un par de veces cuando estaba hundido, y también le agradezco que me haya ayudado a salir del bache en que me encontraba pero se ha pasado de la raya, por más que Sofi sea su hermana no tiene derecho a intervenir en mis asuntos.

—¿Entonces es cierto que solo quieres sexo conmigo? —al escuchar su pregunta se me ponen los pelos de punta, es hora de confesarlo todo.

—Sofi, contigo es diferente, quiero intentarlo, he tratado de mantenerme alejado de ti pero no lo he logrado. Contigo sí quiero algo más —le digo y me quedo sin respirar esperando que me diga algo.

—Yo también quiero algo más —contesta después de unos segundos que para mí duraron años.

Me alegra mucho que Sofi también tenga esas intenciones conmigo, pero realmente de ella era de esperar. Sofi es una chica maravillosa y sé que no estaría con cualquiera. Estoy tan feliz que la beso, primero suave y luego le doy otro con más ganas, con deseo.

—¿Entonces, qué somos? —le pregunto cuando nuestros labios se separan.

—¿Novios? —si me hubiesen dicho que querría ser novio de una chica me hubiese reído con ganas, pero eso era antes de conocerla a ella.

—Sí, me gusta como suena. Nunca he tenido novia, así que tendrás que enseñarme —le digo y tengo que reírme al ver su hermoso rostro desesperado esperando una respuesta.

—Pues yo tampoco he tenido novio —me dice y me quedo atónito, sabía que no era muy experimentada pero tampoco esperaba esto.

—Eso me gusta aún más —le digo y es cierto, me gusta ser su primer novio y que aprendamos juntos.

(...)

Me encanta pasar el tiempo con Sofi, es tan espontánea que rompe todo pronóstico. Con ella tengo una sensación de paz que no sentía desde hace mucho tiempo, como cuando pasaba tiempo con Emma, mi pequeña Emma.

—Linda, debería irme, ya es bastante tarde —digo y ella hace un puchero como si fuese una niña pequeña.

—No quiero que te vallas —escucharla decir eso hace que quiera abrazarla eternamente.

—¿Me dejarás dormir en tu cama? —le pregunto y ella se ruboriza.

—Ni que no lo hubieras hecho antes —me contesta y suelta una sonora carcajada que se me contagia.

Yo me quito la camiseta, las botas y el jeans y lo coloco todo encima del escritorio, Sofi me mira divertida mientras deambulo por su habitación y le sonrío. Nos acostamos en su pequeña cama, ella con la cabeza apoyada en mi pecho y es una sensación gratificante. Un rato después estamos profundamente dormidos.
Es una lástima que determinados momentos no sean esternos, porque Adriana irrumpe en la habitación y al verme empieza a gritar como endemoniada.

—¿Qué haces aquí? Lárgate —me dice y yo la miro sin entender nada.

Sofi interviene y para evitar problemas decido que es mejor que me valla, me visto rápidamente, me despido de mi novia y salgo de la habitación.

Subo a mi moto y me pongo el casco. Avanzo a toda velocidad hasta llegar a la fraternidad y me alegro de que la fiesta haya terminado, sino acabaría por volverme loco.

Entro a mi cuarto y estoy agotado, decido tomar una ducha para despejarme y me acuesto en mi cama exhausto, hoy ha sido un día muy largo y he tenido muchas emociones.

(...)

Despierto porque los rayos de sol golpean mi rostro y me maldigo por no haber cerrado la ventana anoche, miro la hora en el móvil y son las 7:30 am. Debo haber dormido unas 4 horas como mucho, pero no me importa. Tengo una sensación de felicidad nunca antes experimentada, como si el hecho de estar con Sofi hubiese cambiado mi perspectiva de la vida, aunque de cierta forma lo hizo. Antes no podía soportar estar cerca de una mujer a no ser que estuviésemos teniendo sexo, pero con ella he dormido 2 noches y media sin que su presencia me moleste.

Después de lo ocurrido con Emma juré no sentir amor jamás por otra mujer, solo por mi madre, que es una víctima de las artimañas de mi padre, y Allison confirmó el odio que siento, o mejor dicho, sentía hacia ese sentimiento.

Desde hace unos años el amor para mí ha sido catastrófico, el ejemplo que me han dado mis padres me ha traumatizado y sinceramente no quiero acabar como ellos. Pero con Sofi no tengo temor de llegar a ese extremo, es como si ella fuese la excepción de mi propia regla.

Bajo a la cocina a por desayuno y luego tomo un baño. Me pongo ropa de deportes y salgo a correr por la calle, después de 5 kilómetros regreso a la fraternidad y tomo otro baño.

(...)

—Venga, princesa, es hora de despertarse —le digo y contengo las ganas de reír.

—Buenos días —hace una pequeña pausa tras abrir sus preciosos ojos—.¿Me has dicho princesa? —se burla de mí.

—En todas las películas se despierta así a la chica —le digo y ambos estallamos en una sonora carcajada.

—¿Cómo has entrado? —me pregunta.

—Volando —le contesto y me pega un manotazo en el hombro.

—¿Te ha abierto Adriana? —me pregunta y en su rostro veo la preocupación.

—Sí. ¿Pasa algo? —ella se muerde el labio inferior y yo tengo que contener las ganas de besarla.

—Solo que, le gustas, me lo dijo anoche y me gritó horrores —me contesta y sus ojos están cristalizados.

—No lo sabía, pero ella no tiene la culpa, ni tú tampoco, te he elegido a ti porque simplemente me encantas —le digo y voy dejando pequeños besitos por sus hombros.

—¿No la prefieres a ella? —me pregunta y le tiembla la voz.

—Claro que no, ni aunque quisiera pudiera elegir a alguien que no seas tú —la beso con ganas apenas termino de hablar y ella me corresponde el beso.

—¿Vamos a dar un paseo? —le pregunto y ella sonríe.

—Debo terminar unos deberes —me dice apenada.

—Los hacemos luego, ahora nos vamos —le digo y ella parece convencida.

—¿En qué has venido? —me pregunta y no entiendo a qué se refiere.

—En la moto —le contesto dudando si eso era lo que quería saber.

—No me montaré ahí —contesta con cara de pánico.

—¿Por qué no? —le pregunto y ella sonríe avergonzada.

—Me da miedo —confiesa y yo la abrazo fuertemente.

—¿Recuerdas el otro día en la azotea? Te dije que conmigo no te pasará nada, te protegeré siempre, así que no debes temerle a mi moto —le digo y ella asiente.

Lo prometido es deuda, aquí tienen el capítulo de hoy y espero que les guste mucho para que me dejen una estrellita y un comentario. No olviden que los amo❤❤❤❤❤❤

360°Kde žijí příběhy. Začni objevovat