Pasión Imperial+18 ||Completa|| ✔

||Capítulo 10|| La Decisión De Amaru.

Narra Amaru.

Ya han pasado 3 días desde la partida de Rommie, todo sigue igual que siempre, Aunque Aika se ve mas tranquila y no me ha vuelto a amenazar.

Muchos de mis ancestros se casaron sin conocerse, solo porque así lo decidieron y creía que verlos juntos estaba bien, ahora entiendo porque se la pasaban peleando.

Hubo un hombre que engañó a su esposa con una mujer de otra tribu y al enterarse de eso los padres de toda la comunidad lo ataron a un árbol y empezaron a azotarlo con látigos y palos.

No se que hice yo para que Aika me llegará a querer de una manera enfermiza.

Quiero verla.

Quiero abrarla.

Quiero tocarla.

Rommie...

¿Porqué qué me abra dicho todo eso?, ¿Sí en verdad no me quiere por se acostó conmigo?, ¿Ella haría eso con cualquier otro hombre?

Mi mente estaba desgastada, quería entender mis sentimientos pero no podía, ¿Porqué me acordaba a cada momento de su sonrisa?, ¿porqué su olor se me hacía tan familiar, porque no borraba de mi cabeza como hacíamos el amor?

Debería ser un pecado irte y dejar a un hombre con insomnio.

Terminé de bañarme y subí a la selva desanimado caminé hacía el campamento de turista y me encuentro a Ikal, el guía de todos los turistas de este lugar.

—¡Ikal! Regresaste, quiero hablar contigo. —Me apresuró a seguirlo.

—Ahora no Amaru, estoy ocupado. —Dijo de lo más tranquilo.

—No estas haciendo nada.

—Estoy descansando, Mocoso. —Aclara con unos lentes de sol y lo arrastro dentro del bosque conmigo, Ikal trabajaba con nosotros ya hace algunos años antes de que su padre muriera, su padre era amigo de confianza del señor Quíspe así que el entraba y salía cuando quería de la aquí.

—Necesito tu ayuda. —Lo tomé de los hombros y le hablé serio.

—¿What?

No entendí lo que dijo y tampoco le pregunté porqué era habitual de el molestar a las personas.

—Escucha, quiero conocer los horizontes.

—Siempre andas investigando ¿Qué mas quieres conocer?

—Quiero conocer Quito, quiero salir de aquí, quiero cambiar mi vida. —Dije entusiasmado mientras Ikal se burlaba.

—Jajaja, claro, si quieres vamos a París a visitar.

—Es enserio, Ikal, no estoy jugando.

—Amaru, hablando enserio, Es una locura, ¿Allá afuera no es igual que aquí?, ¿Sabes como se sobrevive allá? Con Dinero. Lo que yo hago es un trabajo, a mi no me entran mis cosas aquí por eso tengo un apartamento que pago todos los meses ¿entiendes?

—No soy tonto Ikal, te entiendo.

—¡No lo entiendes! Allá afuera el mundo es muy difícil, ¿Vas a dejar a tu esposa y a tu familia así por así? —Se sentó en el suelo exhausto de hacerme entrar en razón.

—Escucha Amaru, yo puedo entender que te atraiga el mas allá, el saber mas, ¡Siempre hay un loco en cada familia! Es normal... Sin embargo, ¿Tan repentinamente? Aquí hay algo que tú no me haz dicho.

—Bueno... —Me siento frente a él confesando todo. —Me gusta una mujer,— Ikal escuchó eso y suspiró nuevamente aun así prosegui. —Y desde que ella llegó empecé a interesarme más y mas por la vida allá afuera. ¿Acaso estaba mal tener ese tipo de pensamientos?, ¿Cómo es?, ¿Qué hay allá?, esas preguntas se han reventado tras su partida.