||Capítulo 16|| Maldito Alexander.

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Narra Alexander.


—¿Y el dinero que me prometiste? —Preguntó por enésima vez Lucia que no dejaba de atormentarme.






—Ya te dije que deposite todo lo que tenía en tu cuenta, no tengo más. —Mentí esperando que se calmara, ¡Demonios! Todas eran así, huelen el dinero como plagas.

—¡Necesito más!, no me acuesto contigo para que me des unos miserables 400.

Colgué. Ya estaba harto de su berrinche, hacía nada 400 dólares en una semana, un sueldo básico, de todas formas no me importa, volverá mañana arrastrándose como la interesada que es.

Me levanté del escritorio con la liquidación del idiota que me agredió ayer, ¿Cómo se atrevía a golpear este rostro tallado por los mismo dioses? Qué falda de respeto pero esta claro que una persona como él no lo entendería.

¿Quién se ha creído?, debería besarme los pies por darle trabajo. Aunque claramente son pocas las personas que quieren trabajar con nosotros, ¿Me preguntó por qué?

Miré desde arriba el piso 1 y allí estaba el, sin su uniforme y con ese cabello largo desaliñado, al parecer estaba recogiendo sus cosas, todos sus compañeros estaban mirándolos holgazanes, ¿No les pago para que descansen? Tracalada de tontos, trabajen.

De pronto una mujer se acerca al empleado ese, le traía el almuerzo muy contenta... ¡Espera!, ¿Esa sonrisa inocente?, ¿Rommie? Cuanto ha crecido... Se corto el cabello y tinturo, cuando la conocí era negro y largo, que hermosa estaba.

Aun recuerdo sus últimas palabras ella era tan cruel, después de que me dejará no supe nada mas de ella, me bloqueó de su celular, nunca la encontré en Facebook ni mucho menos me dieron información en su secundaria a que universidad iría, todo lo que me dijo me hirió, no solo quería demostrarle que esta equivocada, quería que se arrepienta de haberme dejado.

Ningúna mujer me había dicho que lo tenía pequeño, tal vez al ser una niña ella era muy sincera, o tal vez solo lo dijo por la rabia del momento.

Creí que me buscaría como todas las demás, Rommie no, Rommie desapareció dejándome una maldición.

“Ninguna te va a querer de verdad, y te darás cuenta cuando estés en problemas nadie estará para ti, morirás viejo y solo”

Sus palabras cortaban mas fuerte que un cuchillo a mi podrido corazón.

—Amaru, vine a dejarte algo de comer, estaba preocupada anoche te llamé y no estabas además quería verte. —Aclaró y sus ojos brillaban a mirar a ese hombre.

—No te hubiras molestado, bonita disculpame por no llamarte ayer fue un día muy ocupado. —Le explica quitándole el almuerzo y besándola en la boca, quedé asqueado.

—No te preguntes, Amaru, se que estas ocupado...

Pero que estúpida, por eso los hombres la engañan, se pasa de pendeja, ¿Porqué actuaba así con él? No sabe que todos los hombres nos gusta que nos traten mal.

Qué cree que hace encariñandose de esa manera.

—Prometo que iré a verte esta noche. —la abrazo. —Y gracias por la comida, me pone muy feliz que te preocupes por mi.

Ugh, que asco.

Rommie se fue por la puerta de visitas, y estuve a punto de perseguirla pero sentí miedo.

Ella era un tanto agresiva si me acercaba sin pensar bien las cosas era capaz de hacer un escándalo, tenía que acercarme a ella cuando no hubiera gente alrededor.

Pasión Imperial+18 ||Completa|| ✔Where stories live. Discover now