||Capítulo 31||¿Dónde Está?

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Narra Amaru.





Tome el cuello de su camisa apretandolo con furia y dolor, me era difícil creer que alguien que consideré mi amigo me había engañado, mis ojos se llenaron de lágrimas de coraje e impotencia cuando miraba su cara roja por la falta de respiración.

—¿A...Amaru, Qué sucede? —Trata de hablar forceando ni agarre.


—¿Qué relación tienes con Rommie?, ¡¿Porqué me lo ocultaste?! —Sus ojos se abrieron sorpresivo y me sonrió de manera repulsiva.

—¿Cómo qué qué relación?, Obvio soy el que se la coge. —Al escuchar eso lo suelto y intento dar un puñetazo y el lo bloquea con su antebrazo haciéndolo a un lado. —Ella mueve su rabo para mí como un perro. —Me dio un peñatazo en el estómago aprovechando mi estado atónito, me recuperé abrazándome el estómago y le di un cabezazo, el vidrio roto que pisamos alertó a las enfermeras.

—¡No vuelvas a hablar así de Rommie, nunca estaría con un invidivuo cómo tú—Lo golpeé nuevamente en la cara y las enfermeras llamaron a seguridad.

—¿Qué sucede aquí? —Un hombre grande con uniforme se acerco a mirar la escena.

—¡Este salvaje me acató!

—¡Pero señor usted no puede estar aquí, es un paciente que no se ha dado de alta, y mucho menos puede venir aquí a agredirlo! —Me defendió la enfermera que me estaba cuidando. —Este es un establecimiento público, queda totalmente prohibido fumar, agresiones de cualquier tipo, mascotas ¿O no sabe leer? ¡Mire como dejo la pared! Tiene que pagar lo que ha hecho.

Alexander furioso sacó su billetera y le tiró el dinero el la cara a la enfermera, rápidamente lo volví a enfrentar viendo su asquerosa actitud hacía la mujer.

—Escucha maldita lame medias, ¡Hasta aquí llegaste! No sabes con quién te has metido, ojala que tengas menos de 30 vieja zorra, nadie volverá a contratarte en ningún trabajo nunca más. —Exclamó mientras el guardia lo sacaba del establecimiento.

—¡No esperen! —Me atravesé entre el y el guardia desesperado, sin saber lo que pasaba... Estaba muy asustado por sus palabras, Rommie no podría engañerme y menos con un tipo como el, Él era todo lo contrario a lo que ella quería, él era todo lo que ella evitaba, cuando la conocí me dijo que odiaba los hombres así. No puedo creer en eso pero la duda queda en el corazón.

—¿Dónde está Rommie?, ¿Qué le hiciste? —Miré al guardia angustiado para que me dejará hablar con él.

—No se de que hablas, yo no le hice nada, ella se fue por cuenta propia. —Sonríe, su cabeza empieza a sangrar él mira su sangre y me susurra. —Te vas a arrepentir de haber tocado lo que es mio, y será mejor que vayas empacando por qué esto no va a quedar así, ¡Estas despedido! Basura insignificante. —Su voz me recordaba a la de un animal cuando gritaba, las ganas de golpearlo se me salían de las manos, mi corazón latía como un loco por entrarle a golpes ahorita mismo.

Aún sabiendo que no debía hacer eso, la angustia se apoderaba de mí ya que mientras más se alejaba sentía que más lejos tenía a Rommie.

No. No. Esto está mal.

Corrí a mí sala y empecé a buscar mi ropa para salir, tomé todas las cosas de Rommie y las guardé, no podía hacerme ideas equivocadas hasta no saber la verdad de su propia boca.

¿Esto era él miedo que tanto sentías? Qué alguien como él me hiciera daño o ¿Solo tratabas de protegerte a ti misma?

Al fin y al cabo yo estaba enamorado de ella, haga lo que haga nunca podría sacarla de mi cabeza, aunque me lastimara... Yo la quiero mucho, ¿Tal vez mi error desde un principio fue enamorarme de una chica libre como ella?

Pasión Imperial+18 ||Completa|| ✔Where stories live. Discover now