||Capítulo 34||Remordimientos.

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Narra Alexander.


No podía comprender los sentimientos de los demás, por más que quería entender a Rommie o a mi madre no podía hacerlo.

Solo quiero que se queden hay para siempre y nunca se vuelvan a ir.

¿Pero que eran tener sentimientos reales o genuinos, Cómo diferenciar entre la mentira, y la verdad?

Si no quieren cooperar por las buenas lo harán por las malas.

—¿Alexander? —Mariana me miró fijamente, sus ojos azules me penetraban el alma ¿Porqué las mujeres de ojos claros me eran tan inocentes?

—¿Qué quieres? —Respondí mientras me acercaba a la cocina para hablar con ella de cerca.

Cúando me acerqué a ella retrocedió asustada, mirándome con miedo.

—Sí me tienes miedo no deberías estar aquí. —le digo y no me mira, me evita.

—La mujer... Qué trajo, ¿Dónde está? Es la misma chica de aquella noche. —Susurra tímida.

—Eso no tiene nada que ver contigo. —Su mirada me fulmino apretando sus puños, pero no era una mirada de odio, Mariana nunca me miraba con el odio qué me miraba Rommie, Mariana no tenía malicia.

Me recordaba a Amaru.

—Las vi, y lo que estás haciendo no está bien. —Me acusa, entonces me alerte debía asegurarme de cuento sabía.

—No se de hablas.

—Están en él sótano.

—Aquí no hay sótano, está no es la posilga de donde vienes. —Negué inquieto. Ya era hora de cantarle unas cuantas a Mariana también.

—Alexander, entiende no estás bien, no tomas tu medícinas, regresas golpeado de la calle y tienes  pesadillas en las noches... —Pierde el miedo y se acerca a mi tomando mi cara con ambas manos. —Aún estás a tiempo de prevenir todo esto. No estás solo, yo estoy contigo.

—¡Ya basta, cállate ¿O es que acaso no tienes dignidad? —La tomé del brazo tratando de que dejará de tocarme.

Y es que se me hacía tan difícil creer que aún existían mujeres que no te engañen, mujeres que aun no estuvieran sucias por dentro.

—Alexander yo te quiero, por eso me entregué a ti... Esperando que me cogieras un poco de cariño, yo no se qué es el amor, pero te quiero y de eso estoy muy segura.

Me quedé callado mirándola llorar, su boca temblaba mientras sus mejillas estaban rojas.

Dice que me quiere cuando no ha vivido absolutamente nada, no puedes decir que quieres a alguien cuando nunca has experimentado el amor de otra manera, nunca sabes si llegará otra persona y la querrás más que a mi.

¿Y tú también te irás?

—¡Alexander di algo! —Suplicó al no oír respuesta.

—Calmate que me estresa verte llorar como estúpida. —Obviamente era una ilusión, no debía tomármelo enserio.

Acaricie mi frente rápidamente con dolor por la pelea que había tenido con Amaru hace unos días Atrás, maldito ni siquiera pensó dos veces antes de atacarme. Sentía mi fiebre subir, el estrés, la angustia se estaban apoderando de mi.

—Necesito un cigarrillo. —La tiré a un lado buscando un encendedor.

—¡Alexander a dónde vas! Espera escúchame por favor. —Esta mujer era muy intensa, si la alejaba saldría lastimada.

Pasión Imperial+18 ||Completa|| ✔Where stories live. Discover now