Pasión Imperial+18 ||Completa|| ✔

||Capítulo 26|| Sólo Tu Y Yo Rommie Parte 2

Narra Rommie.

La clase había terminado, salí del aula hasta el campus de la facultad estaba muy cansada suspiré, eso era lo que necesitaba paz y tranquilidad, de pronto  veo alguien alto con un ramo inmenso de flores que cubría toda su cabeza junto a Priscila, ¿Priscila esta sonriendo y ella nunca sonríe?

Miró a la persona del ramo asomarse por un lado y mi quedó perpleja, di un pequeño brinco asustada.

Mi boca se abrió al ver a Amaru junto Priscila, ¿Qué hacía aquí? Todos empezaron a mirarlo curioso.

No, no, no, no puedes dejar que te cautive pendeja o ya olvidaste que se acostó con otra, lloré por la rabia. Alexander era el maestro de la manipulación y no me sorprende que Amaru allá sido tan débil, al fin y al cabo, es hombre y después de todo me merezco eso y más.

Yo le hice lo mismo a Aika.

Todavía no superaba la culpa, tomé compostura y cogí los libros que estaban en el piso  y di media vuelta para escapar de ahí.

¿Porqué mi corazón estaba tan acelerado?, no logro explicarlo.

—¡Rommie! —Le escuché gritar y como la cobarde que soy seguí caminando tratando de perderme por los pasillos, no quería correr, pero hoy lo haría. —¡Rommie espera!

—¡Deja de perseguirme la universidad no es un parque! —Grite mientras corría, Diablos por qué Amaru corría tan rápido, no llevo ni la mitad del edificio y ya estoy muriéndome.

Auxilio.

—¡Rommie! ¿Porqué huyes de mi? —Me alcanzó tomando mi brazo, su pecho estaba rebosante, las personas empezaron a mirándonos.

—¿No se te pasó por la cabeza que no quiero hablar contigo? —Amaru ignoró mi comportamiento y me sonrió.

—Te traje estas Flores. —Me ofrece un ramo exageradamente grande, con camelias, jazmines, lirios y muchas otras flores coloridas, era hermoso.

—No las quiero, ve y dásela a la prostituta con la que estuviste ayer. —Rechace firmemente sin importarme cuanto gastó por ellas.

—Rommie, estas equivocada anoche no pasó nada con nadie. —Me atrae hacía él e intento que me suelte, ya que algún profesor podría verme en esta situación.

—¿Y yo soy cojuda? lo que estas haciendo ya me lo han echo miles de veces, no creo en tus mentiras Amaru, así que sueltame. —Forcee, me miró decidido y sonrió.

—No te voy a soltar, Rommie yo tengo un límite, y se está acabando, no voy a perder la batalla, así me trates mal, me digas que me vaya, no me voy a rendir fácilmente. —Las flores caen al suelo y Amaru me toma de ambos lados, no podía golpearlo era Amaru, no se merecía un golpe en la entrepierna.

—¿Aún así te haya engañado y mentido?

—Eso es mentira, si de verdad estuviste con otro hombre, ¿Dónde está él?, ¿Quién es el? Y lo más importante... ¿Porqué estas mintiendome? —Me sentía sofocada mi cabeza iba explotar, estoy segura que si no hubiera gente estaríamos teniendo sexo ahora mismo, era la única manera en la que escapaba de los problemas.

—Por qué no te quiero Amaru, no siento nada por ti, todo fue un juego. —Mentí y pude sentir como Amaru perdía la convicción al oír fríamente mis palabras.

—No te creo nada Rommie, dime lo que quieras, tal vez me merezco este sufrimiento, no voy a perder esta batalla. —Se recuperó rápido y miro mi boca, yo hice lo mismo, quería tocar su cabello.

¿Expondría a Amaru a la irá de Alexander?

Ya lo había lastimado demasiado, no quería perderlo, yo sabía más que nadie lo que era tener un corazón puro y que venga alguien y te lo dañe, destruyendo tu inocencia con mentiras, engaños, insultos que bajan tu autoestima, y lo peor de todo es que tu corazón nunca vuelve a ser el mismo.