Pasión Imperial+18 ||Completa|| ✔

||Capítulo 24 || Amaru Infiel ||Capítulo finales ||

Narra Alexander.

Lleve mi auto al estacionamiento, Él muchacho a mi lado miraba todo curioso. Estaba nervioso.

—No te preocupes Amaru, hoy va a ser la mejor noche de tu vida. —Sonreí saliendo de auto y el hizo lo mismo, entramos y enseguida la música pop invadió mis oídos, el olor a cigarrillo y Alcohol.

—¡Señor Alexander! Es un gusto verlo por aquí. —Se me acercó Teresa con un traje rojo sexy de diabla, sus pecho se veían sumamente deliciosos al igual que su trasero.

—Me gusta el traje que llegas hoy, te queda perfecto. —Sonreí y esta me besó rápidamente me alejé.

—¿Qué pasó? —Me pregunta haciendo una mueca con su boca pintada de rojo chillón.

—Necesito un favor de tu parte. —La abracé por detrás y dirigí su mirada hasta Amaru quien estaba algo incómodo sentado en una mesa esperándome. —Cuando te de señales acércate y has lo tuyo, si nena.

Le indique y me senté junto él que miraba todo de manera extraña, cualquier otro hombre estaría muy feliz, se nota que tú no eres de este planeta.

—¿Hermosas, verdad? Dime, ¿Te gusta alguna? —Pregunté mientras nos traían el vino.

Hoy se acabó tu jueguito inocente, me mostrarás lo que eres en realidad.

—¿Qué?, ¿Las mujeres bailando?—Hace una mueca de molestia.

—No es como si me disgustaran, aquí huele extraño señor Alexander...

—¿Enserio?, ¿No te excita verlas moverse y vestidas así?, a mi me pone muy caliente. —Dije y Lana después de traernos el vino se sentó en mis piernas mientras me daba de beber seductora.

—No, me explico, en mi hogar es normal ver a las mujeres con poca ropa ya que es una zona cálida, más bien se me hacía extraño ver con tanta ropa a las personas cuando llegué a la cuidad. —me dice con algo de inseguridad, joder este muchacho era tan difícil de leer.

—Vamos Amaru bebe un poco, eso te ayudará con tu dolor. —Insistí ya que no había tomado ni una gota de vino.

Amaru empezó a tomar tímido y hasta que empezó a sonar una canción algo viejita, sin embargo no importa que tan macho seas, esa canción te llegaba al corazón.

—Vamos sigue bebiendo.

—¿Qué canción es la que está sonando? —Me pregunta tristemente. Sonreí malicioso.

—¿Te gusta?, se llama Laura no esta, cantemos.

Empece a cantar a todo pulmón el párrafo de la canción que sonaba, sabía que el estaba vulnerable en este momento, no dejaría pasar la oportunidad.

Laura no está, Laura se fue
Laura se escapa de mi vida
Y tú que sí estás, preguntas
¿Por qué la amo a pesar de las heridas?
Lo ocupa todo su recuerdo
No consigo olvidar
El peso de su cuerpo

Laura no está, eso lo sé
Y no la encontraré en tu piel
Es enfermizo sabes que no quisiera
Besarte a ti pensando en ella
Esta noche inventaré una tregua
Ya no quiero pensar más
Contigo olvidaré su ausencia

Y si te como a besos tal vez
La noche sea más corta, no lo sé
Yo solo no me basto, ¡quédate!
Y lléname su espacio, ¡quédate!, ¡quédate!

Lo más enfermizo era que nosotros le cantábamos a la misma mujer.

—Amaru, amigo llámala, si la quieres tanto. —Le quite el celular a Lana y se lo di a Amaru para que llamará a su amada Rommie.