||Capítulo 37|| Querida Rommie, Debo Irme.

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Narra Amaru.



Después de pagar la ensalda de frutas para Rommie compre una leche condensada, no se la comería toda si no le compraba algo dulce.

Él día estaba triste, el cielo nublado y el aire frío, había mucha gente comprando comida afuera del hospital, no entiendo porque no les gusta la comida de allí dentro.

Me sentí incómodo, Rommie acaba de despertar pero a mi se me agotaba el tiempo, debía volver para hablar debidamente con Aika, ese hijo no es mío, antes de que Rommie llegará teníamos meses sin relacionarnos sexualmente. Estaba asustado, y además no podía descartar la idea de fuera mi hijo, a fin de cuenta yo no entendía nada sobre los embarazos, era muy pronto para tachar a Aika de mentirosa.

Tomé mi cabeza con ambas manos lamentandome, solo espero que nadie lo sepa.

¿Porqué ahora? Justamente cuando tengo varios problemas encima ¿tanto tiempo esperando por un hijo y que venga a nacer cuando me voy?

¿Esto es? Claro que sí. Castigo divino.

Entre a la sala y Priscila seguía platicando con Rommie, le entregue las frutas con una sonrisa de boca cerrada.

—Bueno me voy chicos, Te estaré esperando el lunes Rommie para ir a la jefatura, antes de que trasladen a Alexander. —Le dice crusada de manos y se retira, al abrir la puerta entra la doctora y se queda mirando a Priscila sorprendida.

—Las jovencitas de ahora son muy altas verdad. —Sonrie y trae unos guantes. —Es hora de tu chequeo Rommie.

—¿Cómo está mi bebé? —Pregunta tranquila acariciando su barriga.

—Bien, el sangrado fue debido a mucha fuerza empleada, es un hematoma, suele pasarle a algunas embarazadas, además es un bebé muy Fuerte.

—Es igual que su padre. —Le dijo Rommie a la doctora y me quedé sorprendido por la manera dulce y orgullosa en que lo decía.

Aveces cerraba los ojos y podía sentir las manos diminutas del bebé acariciarme la cara, jugar con mis dedos con su sonrisa pura y genuina. Me moría de ternura.

—¿Desean una copia de la radiografía?

—¡Sí! —Pedimos al unísono, todo se veía oscuro y yo no veía a ningún bebe.

Rommie fue atendida rápidamente le dieron unas recetas y nos dirigimos a la parada para conseguir un taxi.

—Yo no veo ningún bebe, nos estafaron. —Reproche y Rommie empieza a reír.

—Aquí está Amaru, está bolita que vez aquí es nuestro hijo. —Me señala una bolita y arrugo las cejas intentando verlo.

Después de varias miradas vi la silueta, sentí mucha alegría, Rommie la miraba también juntos a mi muy contenta.

—Es precioso. —Digo y ella seguía riéndose. —¿Te estás burlando de mí? Bonita.

—Es que eres muy gracioso Amaru, no te preocupes la espera valdrá la pena. —Dice antes de entrar al taxi, me sentí aliviado de verla sonreír con tal felicidad, yo traía todas sus cosas no quiera que ella hiciera algún esfuerzo.

—¿Quieres comer algo en especial, Amaru? —Me abrazo sosteniendo mi brazo.

—Creo que deberías descansar Rommie. No quiero que te esfuerces, déjame preparar algo a mi. —Ofrezco amablemente mirándola de reojo.

—¿Y morir intoxicada? No, no Jamás, ¿Cuándo en tu vida haz cocinado?

—Desde pequeño, cuando salíamos de viaje a lugares lejanos hacíamos nuestra propia comida en la selva para sobrevivir. —Le explico sintiéndome tan alegre como ella, solo ver su cara de disgusto era un mar de risa.

Pasión Imperial+18 ||Completa|| ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora