LA PRINCESA DE LAS ROSAS (Capítulo 33)

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GINA

Tomé un baño, me puse pijama, fui hasta el cuarto de Lava, me senté en su cama, sus paredes llenas de medias lunas que ella había pintando, ella tenía una fascinación por la luna y el universo, muchas veces pensé que ella había venido de la luna, o tal vez de Saturno, eso explicaría el porque era tan mágica, tan especial, tan celestial, y también universal.

Era, era, era, ¡puta madre! ¿Por qué tengo que hablar de ella en pasado? Ella debería estar aquí cerca de mí, riendo conmigo, o abrazándome porque cometí alguna estupidez.

De pronto tocaron a la puerta; eso me sacó de mis pensamientos, me dirigí hacía la entrada, abrí sin ver.

—Pasa Isaac, no tengo hambre, pero puedo verte comer.—

—Perdona no soy Isacc, busco a Lava, ¿se encuentra?— dijo la mujer.

Me volteé rápidamente al escuchar su pregunta, sentí que me atravesó por completo el pecho, me estaba viniendo abajo frente a una extraña.

—No, mi hermana no está, ¿quién la busca?—

—Soy Tessa, tu hermana me ayudó con algo un poco grave y quiero hablarlo con ella.—

—Ah sí, sé quien sos, ella me habló de vos y también en lo que te ayudó.—

En cuanto me escuchó decir eso, Tessa empezó a temblar, se le fue el color del rostro, era evidente que le asustaba saber, que yo sabía su secreto.

—No te preocupes, yo no diré nada, mi hermana era todo para mí y si ella te ayudó, también voy a ayudarte, soy Gina, hermana de Lava.—

—Mucho gusto Gina, perdona que te pregunte, pero... ¿por qué hablas de Lava en pasado?— preguntó Tessa.

Me puse a llorar inmediatamente, Tessa se desconcertó.

En ese momento entró Isaac, se asombró al ver a Tessa, —¿qué haces aquí?— le preguntó, poniendo en la mesa las cosas que traía, me abrazó y me llevó al sofá.

—Perdón Isaac es que solo pasé a saludar a Lava, y pregunté por ella y entonces Gina empezó a llorar, te juro que no dije nada malo— dijo Tessa.

—Tessa, Lava fue encontrada muerta esta mañana— dijo Isaac.

Tessa no dijo nada, se sentó en el otro sofá, estaba asombrada, se congeló.

En ese momento sonó el celular de Tessa, —Disculpen tengo que atender, es mi hermano— dijo.

«A ver, trata de calmarte que no te entiendo nada, que te tranquilices, ¡carajo! Explícame bien, ah, ok, ok, ya entendí, si, justamente estoy con él, espera.»  

—Isaac se que no es el momento para esto, pero una amiga de mi hermano tiene una crisis nerviosa o eso cree él y necesitamos de tu ayuda, ¿podrías ir conmigo a verla?— preguntó Tessa.

—Tessa lo lamento; no quiero dejar sola a Gina así cómo está—

—No, no, ve a ayudar a otros, no te detengas por mí; yo estaré bien— dije.

—¿Segura?— preguntó Isaac.

—Segura— respondí.

—Ok, iré— dijo Isaac.

«Vamos para allá» dijo Tessa cortando la llamada, se despidió de mí, me dijo que ella también estaría al pendiente de mí, y se marcharon.

ISAAC, 5:05 p.m.

Me subí al auto con Tessa, no hablamos durante el camino, yo apenas había enterrado a mi mejor amigo y ahora tenía que enterrar a Lava.

Tessa me indicó el camino, llegamos a una casa muy lujosa y nos estacionamos.

Tessa tocó la puerta y nos abrió un tipo que para nada fue de mi agrado, Isaac mi hermano mayor; hermano él es el Dr. Isaac Monroy, psiquiatra.

—Mucho gusto— dijimos los dos estrechándonos la mano.

Entramos a la casa, y durante el trayecto el tipo me explicó lo que pasaba con su amiga.

Entramos a la habitación y en ese momento sentí que se detuvo mi corazón.

DANTE, 4:40 P.M.

—Ya deja de verme así maldito animal, no he hecho más que salvarte la vida, muévete o algo y deja de verme como si quisieras comerme.— grité.

No pasó nada, no dejaba de verme, «tendré que buscar ayuda.»

Continuará...

- Lissbeth SM.

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