LA PRINCESA DE LAS ROSAS (Capítulo 53)

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E: —¿Escucharon eso? Este hombre acaba de descubrir quien es Lava en cuestión de segundos, esto puede traernos muchos problemas.—

L: .—No, no, no, debemos escondernos, van a acabar con nosotros, tengo miedo Emy, ¿qué vamos a hacer? ¡Qué alguien nos ayude!—

P: —Pero que desagradable despertar con los gritos de la zorra, de ella no me extraña, pero ver preocupación en vos Emily, eso si es absurdo, por Dios, el tipo está enamorado de Laris, ¿no se han dado cuenta? Él haría todo por ella, además descubrió el verdadero nombre de Lava, no que existimos nosotros, tranquila Emily sos la mente maestra en esto no podés perder los estribos, además a Laris le servirá tener un apoyo, no tiene mucho desde que Gina anda encamada con la tal Tessa, ya dejen de gritar y dejen dormir, ah y por favor Emily dale un tecito de cianuro a esta pū-tą para que se calme.—

•••

Vi a Dante a los ojos y empecé a llorar, temblaba, en verdad sentía miedo, él me abrazó fuerte, muy fuerte, —tranquila mi niña, no te estoy juzgando, solo quiero entenderte un poco, podés confiar en mí, soy un hijo de pū-tą pero con vos no, créeme que vos sos lo más hermoso que me ha pasado en años, en vos, en tu existencia he encontrado mi paz, y como te dije cuando te conocí, serás mi esposa.—

Inhalé profundo, y empecé a contarle a Dante mi historia, de como no conocí a papá, de como el pastor Kendhell había abusado de mí, omitiendo la parte en la que lo asesiné, claro, le conté de como conocí a Gina, de la muerte de la mamá de Gina y como su tía Sonia que se había quedado a su cargo empezó a maltratarla, le hablé de como don Rubén me embarazó y como el señor Barshá nos había salvado la vida, para cuando terminé de contarle todo ocultando también que había asesinado al don Rubén, Dante tenía una expresión de dolor y furia en su rostro, sus ojos estaban aguajocitos, me tomó fuerte entre sus brazos, —juro por Dios que de aquí en adelante sin importar nada ni nadie, yo voy a ayudarte, yo voy a cuidarte, no voy a dejar que nadie vuelva a lastimarte, ni siquiera vos misma.—

—Ahora tengo la sospecha, de que el bebé que tuve nunca murió, y creo que es Aisha, y que por azares del destino la adoptó mi padre biológico, sospecho que el señor Augusto es mi papá y no murió como le hicieron creer a Peonia.—

—Pues si eso crees, yo voy a ayudarte a averiguarlo y así veremos como recuperar a esa niña si en verdad tus sospechas son ciertas.—

•••

DOS SEMANAS DESPUÉS

Papá había sido de alta y se iría a vivir con nosotras unas semanas mientras se recuperaba del todo; Isaac no había dejado de llamar y enviar mensajes, me dolía tanto todo lo que estaba pasando, pero Dante había sido un gran apoyo, estábamos en casa de papá, ayudándole a hacer maletas.

—Papá se que aún estás en recuperación, pero necesito saber algunas cosas— dije.

—¿Qué pasa hija?—

—¿Cómo se llamaba mi papá biológico? ¿Era mal esposo, mal padre? No creas que te pregunto esto porque no te considere mi papá, vos sos mi papá, pero Peonía me dijo que mi papá era un mal hombre.—

—Lava, no le creas nada a Peonía, Augusto tu padre, era un gran esposo, tranquilo, trabajador, humilde y te amaba mucho, él te esperó con ansias, pero tu madre le hacía la vida imposible, y un día solo le sacó sus cosas a la calle, lo dejó sin nada, hasta sin vos; él regresó muchas veces a buscarte, Peonía jamás lo dejó verte, meses después avisaron de su muerte por un infarto, murió queriendo volver a verte.—

En cuanto escuché todo eso, empecé a llorar; mi papá sí me quería, pero mamá no lo había dejado quererme, llegaron Gina, Tessa y Dante por nosotros, Papá ya era muy amigo de Dante, nos subimos al auto y recibí un mensaje de Isaac diciendo que me extrañaba, tomé lápiz y papel y empecé a escribirle un poema, me gustaba escribir y leer, y era la primera vez que escribía algo para alguien, llegamos a casa, instalamos a papá, Dante y Tessa se despidieron, y yo me fui a mi habitación, le respondí el mensaje a Isaac; —¿puedo llamarte? Quiero leerte algo— dije.

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