LA PRINCESA DE LAS ROSAS (Capítulo 67)

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No podía creer lo que Isaac acababa de hacer, lo peor fue cuando vi quien venía con él, era Dante, pude ver el dolor en sus ojos y aún así me sonrió, me sentí la peor mujer del mundo, luego volteé a ver a Darián, se lograba ver el coraje en sus ojos.

-¿Qué hiciste qué? No puedo creer que seas tan idiota como para revolcarte con esta pū-tā teniendo una mujer tan perfecta a tu lado- vociferó el detective, tomándome del brazo y jaloneándome.

-Detective deje de faltarle el respeto a la acusada, y deje de culparla de cosas que son de dos, su hijo ya está grandecito como para saber que hace, señorita puede irse, y disculpe los inconvenientes.- dijo Darián.

Abracé a Isaac, -gracias- susurré, él me vio, tocó mi rostro y sonrió, -agradécele a Dante, él fue por mí- respondió Isaac.

Salí de ahí, Dante me tomó de la mano, sentí dolor por lo que había hecho, afuera me esperaban papá y Tessa, abracé fuerte a papá, salimos de ahí directo a la funeraria, iríamos a enterrar a Gina, llegamos a la funeraria, y luego nos dirigimos al cementerio, Papá, Tessa y yo dijimos unas palabras para Gina.

Papá: -Un padre nunca debería enterrar a sus hijos, y eso debería ser una ley, nunca te enseñan a soltar una parte de vos mismo, Gina fue una gran niña, tenía solo 19 años, fue mi hija, la encontré en medio del dolor y luego la vi sonreír como si la vida nunca le hubiese dolido, se fue así, siendo feliz, hasta pronto hija mía.-

Tessa: -Un encuentro fortuito me llevó a Gina, no fue para nada difícil enamorarme de ella, era una niña que irradiaba luz, me hizo feliz, su presencia fue de lo mejor que me han pasado en la vida, la amé y me amó, y la seguiré amando, aún después de su partida, descansa en paz amor.-

Los escuché hablar y sentía que no podía más, pero mi turno había llegado, Dante me sostenía, y entre la gente estaba Isaac; inhalé profundo; -¿cómo se deshace el nudo en la garganta que deja la partida de alguien que amas? ¿Cómo aprendes a vivir sin Gina? Muchos aquí conocieron a una Gina impresionantemente buena; Gina lo era, pero puedo jurarles que nadie la conoció como yo, crecimos juntas, era mi hermana menor, por nuestras venas no corría la misma sangre, pero si el mismo tipo de amor, vi a Gina luchar para salir del dolor; y la vi plantarse frente a la vida cuando lo único que quería era dejarse caer, estoy orgullosa de ser su hermana, Gina y yo siempre dijimos que estaríamos juntas hasta el manicomio o el cementerio, lo que llegara primero, lamentablemente fue el cementerio así que; hasta pronto Gina, espérame no tardo mi amor- finalicé entre lágrimas, luego vi el ataúd de Gina, perderse entre puñados de tierra, me vine abajo por completo, pero Dante me sostuvo, salimos del cementerio y nos dirigimos a casa.

-Tenemos que hablar- le dije a Dante.

-¿De qué, te sentís mal por haber hecho el amor con el hombre que amas y querés pedirme una disculpa? No Lava, yo no soy como Isaac, yo te quiero demasiado, pero no voy a culparte, por haberte acostado con él, porque aunque él no te merezca, aunque sea un perfecto idiota, lo amas, y de cierto modo es evidente que él también te ama pero le faltan bolas, no te disculpes conmigo por amar, nunca me has dado alas, ni me has prometido nada, me he enamorado de vos bajo mi propio riesgo, y sé que tarde o temprano ese Doctor te va importar una mierda, y me amarás tanto como para ser mi esposa.- dijo Dante.

Empecé a llorar y lo abracé fuerte, tan fuerte, no podía creer que existiera un hombre tan maravilloso, no dije nada, salimos de mi habitación y nos sentamos, a la mesa, yo necesitaba hablar con todos, -papá, Tessa, esto que voy a decirles no será fácil de asimilar, pero necesito que lo sepan, el detective me dijo que Gina tenía piel bajo sus uñas pero que el ADN encontrado no estaba en sus archivos; esa noche que se presentaron al sepelio de Gina, Peonía usaba una bufanda, se la arranqué y tenía rasguños, -¡ella la asesinó!- gritó papá, golpeando la mesa, Tessa empezó a llorar.

-Yo voy a vengar la muerte de mi hermana.-

-Cuenta conmigo- dijeron papá y Tessa a la vez.

-Justo de eso quería hablarles, me enteré que Peonía vendia su casa en Shartel, la he comprado y mi encargado le ha pagado con billetes falsos, porque algo me dice que querés hacerla sufrir- dijo Dante poniendo las escrituras sobre la mesa.

-Sos increíble- grité y lo abracé.

En ese momento tocaron a la puerta, me puse de pie y era Isaac, -¿podemos hablar?- dijo, -si, pero en mi habitación- respondí, entró, saludó a todos y nos dirigimos a mi habitación.

-Voy a casarme con Darián- dijo.

Sentí que me partió el alma, -era de esperarse ella es perfecta y yo un caos, pero... ¿para qué venís a informarme? Hace mucho que yo te solté, Isaac-

-No, no me has soltado, sigues ahí pegada a mí esperando algo, te traigo como lastre, te traigo arrastrando de mi carruaje- dijo, me dolió tanto escucharlo.

-Pues ya ves, no soy tan maravillosa y perfecta como me creíste al principio, te dije que no era lo que vos veías- dije intentando contener las lágrimas.

-Pues no, ya me di cuenta que no sos maravillosa ni nada de lo que creí ver en vos.- dijo Isaac.

Continuará...

- Lissbeth SM.

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