¡No quiero que seas responsable!

Capítulo 7 : El cobarde está preocupado

El tiempo regresó hace dos horas.

El cobarde al que se dirigió Ling Zhanyi estaba luchando por subir las escaleras. Cuando vio el letrero en el séptimo piso, Su Ziyang ya casi no podía subir las escaleras. Por fin, él alcanzó!

Maldición, ¿quién podría tener su mala suerte? Después de ser sacudido y abrumado por una noche, huyó del hotel en pánico y rabia, ¡y el ascensor realmente se averió!

Aunque en su última vida, durmió hasta las dos de la tarde del día siguiente después de la noche entrelazada, el ascensor estaba bien en ese momento. Esto demostró que el ascensor solo debería romperse por un tiempo. Pero sería mejor para él trepar con su ritmo de caracol en lugar de esperar afuera desde las siete en punto hasta que arreglaran el elevador.

Afortunadamente, vivía en el séptimo piso, no en el decimoséptimo. De lo contrario, morirá.

Arrastrando sus doloridos y suaves pies hacia su puerta, Su Ziyang descubrió que le temblaban los dedos y tomó un largo rato para alinear la llave con el ojo de la cerradura. Después de entrar por la puerta, Su Ziyang inmediatamente saltó al sofá y gimió, ¡qué doloroso!

Diez minutos después, Su Ziyang, que había disminuido la velocidad, finalmente pensó en ir al baño a lavarse, especialmente allí ...

Mirándose en el espejo, Su Ziyang miró su figura alta y delgada. No podía entender por qué era una doble constitución oculta.

Pero pensándolo bien, Su Ziyang se sintió aliviado de nuevo. Tal vez fue por esto que sus padres lo arrojaron. De lo contrario, ¿cómo podría una persona guapa como él crecer en un hogar de beneficencia cuando no tiene ninguna enfermedad?

Poniendo su mano sobre su estómago plano, Su Ziyang se preguntó seriamente qué haría si esta vida realmente tuviera un poco de vida para concebir aquí.

Era imposible deshacerse de él. En la última vida, Su Ziyang murió a causa de un sangrado masivo causado por el aborto. En esta vida, Su Ziyang no correría más riesgos. ¿Y si muriera una y otra vez? Si muriera de nuevo, podría no ser tan afortunado de renacer de nuevo.

Su Ziyang se frotó el champú y suspiró. ¿Por qué el momento del renacimiento fue tan coincidente? ¡Sucedió que tuvo una pelea de 300 asaltos contra ese bastardo! Si hubiera sido un poco antes, no habría ido al club nocturno, y mucho menos enrollar las sábanas con los demás. ¡Incluso si enrollara las sábanas, no sería el que está debajo!

¡Mierda! ¡Que mala suerte!

Estiró los dedos detrás de él para limpiar las huellas del bastardo Ling que quedaba en su cuerpo, Su Ziyang volvió a maldecir: “Maldición, te dije que Lao Zi es una doble constitución oculta, todavía disparaste dentro. ¡Lo que dijiste sobre el responsable parece realmente maravilloso, pero cuando estoy realmente embarazada, corres más rápido que nadie! ¡Escoria! Bastardo! ¡Semental! ¡Ya no quiero conocerte! ¡Ni siquiera sorprende si no quieres asumir la responsabilidad!

Su Ziyang, que dejó atrás sus audaces palabras, salió cojeando del baño envuelto en su bata de baño. Volvió a su habitación, se tumbó en la cama y pensó lastimosamente. ¿Cómo podría criar a su hijo si la otra parte no quería asumir la responsabilidad? Sin mencionar la crianza, el hijo de la vida anterior tenía solo tres meses y ya no tenía dinero para mantenerse.

No, primero tenía que encontrar la forma de obtener una suma de dinero, y luego durante el embarazo, al menos durante el período en que vomitó como si no hubiera un mañana, puede descansar en casa y gastar ...
Su Ziyang se dio la vuelta y se golpeó. En la suave colcha. Miró al techo y comenzó a calcular su propia propiedad. Descubrió que si comenzaba a ahorrar ahora, podría ahorrar hasta cuatro meses de embarazo.

¿Cómo puede ganar dinero?

De lo contrario ... ¿Qué tal vender la casa?

No, no, si vende la casa, entonces no tendrá dónde vivir. También es demasiado lamentable alquilar una casa después de dar a luz. Actualmente, es difícil comprar una casa pero es fácil de vender.

Deseó poder ganar la lotería.

Su Ziyang suspiró al principio, luego de repente gritó y se sentó con un fuerte grito: ¡Ah! Lotería