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Amigas

— Estoy enamorada de ti ¡maldita sea! - exclamó para luego volver a girarse, no quería que la viera así, su orgullo estaba casi al mismo nivel que el orgullo de Hyunjin. — Y si hice lo que hice con Soyeon, fue porque por tu culpa ahora soy una adicta al sexo y solo a eso, pero ¡tú! estúpida Kim Hyunjin eres la única que me hace sentir en el cielo; me enamoraste con tus estúpidos ojos, tu estúpida forma de tratarme y por tu estúpido solo hecho de existir.

La contraria, por otro lado, la observó unos segundos completamente en blanco, ¿qué debía decir ante eso? Nunca creyó que su amiga de tantos años, se enamoraría de ella, y más aún cuando ambas se conocieron justamente por tener aquello en común: creer que el amor era algo "cursi e innecesario" y que ellas iban primero que todo y todos; dos orgullosas.

Incluso cuando Yuqi hace unos meses, le pidió salir, creía que solo buscaba divertirse y probar un poco, así como ella hacía con sus "parejas", de todas formas era algo a lo que estaba acostumbrada tanto ella como Hyunjin. Pero pasaba el tiempo; las cosas cambiaban, los sentimientos no eran la excepción, nunca debías burlar al destino.

Ambas estaban enamoradas, pero de distintas personas.

— Es extraño - habló Hyunjin. — Ambas nos conocimos y nos hicimos amigas por la misma razón de que odiábamos el dichoso amor, y sin embargo, míranos ahora.

La pelirroja seguía sin observarla; con la mirada plantada en el suelo aún escuchándola atentamente, sus ojos no paraban de botar lágrimas que caían con fuerza al suelo.

— Sí, creo estar enamorada, pero... - Hyunjin se detuvo unos segundos pensando en qué decir y cómo decirlo, para luego enfrentar a la pelirroja. — Pero de otra persona.

El sonido de una cachetada se camufló entre el ruido de la ciudad, sin embargo, fue lo suficientemente claro como para despertar de su burbuja a cierta pelinegra que ahora tenía el rostro hacia un lado debido al fuerte golpe. Por unos segundos el sonido exterior pareció extinguirse.

— Cómo puedes... cómo... - las palabras no salían, estaba herida, así que opto simplemente por huir. — Te odio.

La forma en la que la pelirroja dijo aquello dejó una sensación de culpabilidad, no solo por haber hecho lo que hizo, sino por haber lastimado a alguien a quién consideraba su amiga.

— Ahora, ¿Qué hago?

🐰

— ¿Jeon Heejin?

— Heekki - susurró la rubia a su amiga tras suyo.

Heejin había estado tanto tiempo dando vueltas en su cabeza todo lo que había pasado, desde la declaración de Hyunjin hasta la actitud de Song Yuqi; eran demasiadas cosas para un solo día. Salió del trance en el que estaba y al tercer llamado finalmente respondió.

— ¿Sí profesor Siwon? - respondió aún desganada.

— Jeon, le estaba pidiendo que lea la página 42.

Heejin se quedó helada, había estado tan metida en sus pensamientos que no había sacado sus libros ni nada.

Ya era la cuarta o quinta vez que le pasaba algo cómo ésto, por estar en su mundo, no prestaba atención a clases y eso le traería consecuencias, especialmente al ver el rostro de molestia del estricto profesor el cual esperaba su respuesta.