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¿Celos?

Pasamos la mañana y tarde haciendo lo que mejor sabíamos: comer, y la verdad no me quejaba, sin embargo, había algo o mejor dicho; alguien, que parecía andar un tanto distante.

— Kim Hyunjin. - jale su brazo para que volteara a mirarme. — ¿Podrías dejar de huir de mí?

Hyunjin guardó silencio por un momento hasta que finalmente decidió observarme.

— ¿Tienes algo que decirme?

— ¡Por supuesto que sí! - respondí con molestia. - Estoy intentando decírtelo desde hace rato pero sigues huyendo como una maricona.

— Soy maricona. - contraatacó.

— Ése no es el punto Hyunjin. - respondí golpeando mi frente con la palma de mi mano. — Lo que quería decirte está relacionado con lo sucedido en la mañana... La verdad es que no es lo que tú crees.

— Eso siempre dicen. - respondió desviando la mirada.

— ¡Déjame terminar! Enserio todo es un malentendido, y para ser sincera creí que me creerías y no desconfiarías de mí.

Al escuchar eso, Hyunjin me prestó mayor atención. Hice una breve pausa soltando un pesado suspiro para continuar.

— No estaba hablando con ningún o ninguna amante, hablaba con Song Yuqi, ella... bueno, se volvió mi amiga luego de arreglar las cosas entre nosotras hace unos meses y solemos mantener contacto de vez en cuando porque tenemos gustos en común. Obviamente no hay nada entre ella y yo, y deberías de saberlo.

Concluí con algo de molestia, a decir verdad me molestaba su inseguridad, era algo con lo que últimamente habíamos tenido problemas en éstos meses que llevábamos de relación, y a pesar de ser algo "normal" entre parejas sentir celos, yo ya le había aclarado miles de veces que la única para mí era ella.

Hyunjin desvió la mirada nuevamente frunciendo el ceño con molestia, ¿acaso yo había hecho algo malo, o era ella quien venía con sus estúpidas inseguridades?

Bufé con molestia al no oír respuesta; dí media vuelta y me retiré de ahí sintiendo mi rostro arder por el enojo y la frustración.

— "Estúpida Kim, eres una idiota insegura".

Maldije en mis adentros y me dirigí al primer lugar que se me atraviese, el cual fue la biblioteca, simplemente aproveché cualquier oportunidad para huir de Hyunjin.

Las puertas se abrieron automáticamente y el ambiente me recibió con una frígida brisa del aire acondicionado, "mal momento para haber salido con una simple camiseta delgada", pensé. Observé a mi alrededor, no había casi nadie; era perfecto.

Caminé por los pasillos con la esperanza de encontrar algo interesante que leer, de preferencia un manga, habían muchos libros de todo tipo por lo que no era imposible encontrar.

Mis ojos se iluminaron cuando finalmente divisé aquella adorada sección al fondo del pasillo.

— "Ya amo la universidad" - pensé para luego intentar alcanzar uno de los mangas de Naruto que se encontraba más arriba.— "¿Por qué rayos diseñan cosas para gente alta?"

Por un momento recordé a Hyunjin que me llevaba una cabeza de altura, "seguro ella podría haberme alcanzado el libro sin problema". Negué varias veces al recordar la discusión y la razón por la que estaba aquí, "¡No! No la necesito, yo puedo sola".