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Tropiezo

¡¿Cómo que Heejin también fue al baño?!

Las chicas se levantaron de sus asientos y corrieron hacia el baño cuando en el camino oyeron el sonido como de un fuerte portazo seguido de un gemido ahogado.

— Oh no... - susurró Choerry.

— ¿Deberíamos entrar? - cuestionó Jiwoo antes de intervenir.

— Si nos metemos podríamos arruinarlo aún más. - comentó Jungeun, mientras que los ruidos que se escuchaban dentro las ponían más nerviosas.

— Esto es malo, es muy malo...

Yeojin comenzó a caminar en círculos seguida por Yerim mientras que Jungeun y Jiwoo pensaban en alguna forma de solucionar las cosas de alguna manera que no involucrara heridos.

🐱

Pov Heejin

Mojé mi rostro nuevamente con la esperanza de que mis ánimos cambiaran aunque sea un poco, quería sentirme si quiera un poco menos... hecha mierda.

Luego de secar mi rostro, solté un suspiro mirándome fijamente al espejo tratando de formular la mejor sonrisa que pudiese, pero fue inútil.

— No puedo... se me hace tan imposible sacarte de mi cabeza. - susurré bajo mientras veía como mis ojos se cristalizaban nuevamente. — No... no otra vez.

La puerta se abrió causando que casi saltara en el aire, volteé a ver disimuladamente a la persona que había ingresado notando a primera vista una cabellera negra que cubría todo su rostro.

— "Debería irme." - pensé, rápidamente cerré el grifo y sequé por completo mi rostro, sin embargo, algo me detuvo; ése perfume tan imposible de no reconocer.
— Hyu... - me callé al recordar lo ocurrido, el por qué estaba tan enojada y decepcionada de ella.

Caminé a paso rápido hacia la puerta tratando de pasar desapercibida, con suerte no me habría escuchado, sin embargo, su cálida mano me detuvo en seco. Dudé en si girar a verla, ¿debería?,

¿si quiera valía la pena hacerlo?

Con suma inseguridad volteé sin pensarlo observándola; simplemente ahí parada con la mirada perdida en algún lugar del suelo, pareciendo formular alguna oración. Separé mis labios con la intención de decir algo, pero nada salió, por más que lo quería, por más que deseaba hacerle saber lo mal que me lo había hecho pasar, no podía.

Levantó la mirada haciendo finalmente contacto visual conmigo, en una sensación de choque eléctrico por tan solo cruzar miradas. Habían pasado solo unos días pero por Dios, cuánto te extrañaba, Kim Hyunjin.

Mis ojos se inundaron de lágrimas en un instante, provocando que mi visión se nublara, era un mar de emociones sin saber que sentir exactamente.

De un momento a otro fui arrinconada bruscamente contra la puerta de uno de los baños sintiendo sus grandes manos a los costados de mi pequeño cuerpo, a pesar de eso no era capaz de formular palabra, no podía. Sus labios se dirigieron a los míos en un hambriento y necesitado beso mientras que una de sus manos acariciaba el costado de mi cintura con delicadeza.