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Sentimientos abandonados

Ambas chicas caminaban por los ligeramente concurridos pasillos mientras el silencio entre ambas se hacía cada vez más evidente. No tenían un rumbo fijo, simplemente caminaban en un silencio solamente opacado por el tímido sonido de una envoltura entre las manos de Hyunjin.

La ex-pelirroja ahora castaña, se detuvo al notar que simplemente divagaban sin rumbo hasta el final de un pasillo sin salida; se giró con lentitud hasta la más alta que seguía con la mirada fija en el suelo y parándose en seco, decidió finalmente romper el hielo.

— Kim Hyunjin. - dijo secamente con algo de amargura en sus palabras. — Dime, por qué.

Hyunjin se detuvo y la observó con el ceño fruncido de la confusión.

— Por qué ¿qué?

— ¿Por qué sigues actuando así por cosas que sucedieron en el pasado? - respondió luego de observarla por un largo rato a los ojos.

— Yuqi, yo no... - empezó a buscar algo que decir sin éxito alguno.

— Hyunjin, ¿acaso olvidaste nuestra amistad?

La pelirroja la observó incrédula y de un momento a otro, rodeó a la chica en un cálido abrazo.

— No digas tonterías, no te he olvidado. Nunca lo haría.

Se separó para observarla a los ojos con intensidad, gesto que fue correspondido por la contraria que la observada maravillada por sus perfectas facciones.

— Puede que tengamos pareja, pero... No puedo evitar recordar las veces en las que lo hacíamos Hyunjin. - confesó la más baja.

El aura empezó a tornarse calurosa, nadie más transitaba por aquel lugar, estaban completamente solas.

— Yo... tampoco la verdad Yuqi. - respondió firmemente.

— Hyunjin, ¿Quién lo hace mejor? ¿Heejin o yo?

— Tú por supuesto. - estiró ligeramente la comisura de sus labios formando una sonrisa.

Sin previo aviso la más baja empujó a la pelirroja hasta uno de los salones vacíos cerrándolo tras de si, para luego comenzar a devorarse los labios apasionadamente la una a la otra mientras sus manos recorrían sus intimidades por encima de la tela.

— Yuqi... - murmuró Hyunjin entre el beso.

— Dime.

— Por cosas como éstas yo...

Dejaría a Heejin por ti.

— ¡No lo hagas! - me levanté gritando con lágrimas en los ojos.

— Señorita - habló severamente la profesora — le pido por favor que si tiene ganas de dormir vaya a la sala de descanso o a lavarse la cara.

De un momento a otro todas las miradas estuvieron puestas en mí, algunas risas y susurros me hicieron dar cuenta de que en realidad todo había sido un sueño o mejor dicho:

Una pesadilla

Sin mencionar que había pasado vergüenza frente a todo el salón. Me había quedado dormida apenas pasaron asistencia y la verdad era justificable, no había dormido de lo mejor ayer y mi desayuno no fue lo suficiente como para mantenerme activa.

Por otro lado, ése sueño... aún tenía la amarga sensación de Yuqi y Hyunjin besándose y empezando a tocarse, joder todo se veía tan real que mis mejillas estaban completamente empapadas de lágrimas.