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Verdades

Pov Heejin
Caminábamos en un solitario parque; no sabía con exactitud donde estábamos, solo me dejaba guíar por Hyunjin quien estaba caminando al lado mío con un semblante serio pero tranquilo. Llegamos hasta unos columpios donde ambas nos sentamos y mantuvimos un pequeño silencio hasta que me animé a preguntar.

— ¿Q-qué hacemos aquí Hyun? - pregunté con curiosidad.

— La verdad, es que no hay una razón en específico. El instituto me hacía sentir agobiada por alguna razón. - la escuché suspirar. — Éste lugar me trae bonitos recuerdos, vengo aquí cuando quiero despejarme.

Miré a mi alrededor, era un lugar un tanto abandonado pero que desprendía un aura de tranquilidad, los juegos que yacían en el parque parecían estar años sin mantenimiento y los árboles habían crecido tanto que tapaban casi toda luz del exterior dando casi la apariencia de un bosque; éramos las únicas en aquel lugar, sin contar los pequeños animales como ardillas y pájaros que habitaban ahí.

— ¿Cómo conoces éste lugar, Hyun? - pregunté dirigiéndo mi vista hacia ella.

— Pasé gran parte de mi infancia aquí. Eran días que nunca olvidaré. - sonrió tristemente.

Sentía que quería decirme algo por alguna razón, sin embargo, solo se limitó a columpiarse débilmente causando un ligero rechinar en el oxidado columpio.

— Veo que tuviste una bonita infancia. - dije columpiándome igualmente.

— Una parte, lo fue. - dijo en un suspiro.

— ¿Por qué lo dices? - me entró la curiosidad al oír aquello.

— Problemas familiares. - respondió sin cambiar su expresión — Mis padres, se divorciaron hace algunos años.

— L-lo siento... Debió ser duro. - por una parte, empecé a entender un poco el carácter frío de Hyunjin.

— Lo fue. - dijo en un hilo de voz.

— Hyun... - iba a levantarme, pero su voz me detuvo.

— Tranquila estoy bien, solo, quería venir a mi lugar feliz; contigo. - dijo causando que mi corazón se detuviera para latir con fuerza — Creo que en éste tiempo te has vuelto alguien muy especial para mí Heejin. - mi rostro se encendió por completo al oír aquellas palabras.

Volteó a observarme como nunca antes lo había hecho, no era con lujuria ni deseo, era diferente, ¿tal vez amor?, no estaba segura, pero me sentía realmente querida.

— Tú también eres especial para mí, Hyunjin. - contesté observándola con una amplia sonrisa la cuál me devolvió.

— ¿Sabes?, la verdad tengo miedo de lo que sucederá.

Sentí mi corazón estrujarse, no sabía que responder, yo también me sentía mal por todo lo que estaba ocurriendo, me sentía impotente por no poder hacer ni decir nada.

— De igual forma, estaré contigo Hyunjin. - respondí firmemente.

Sentí su mirada sobre mí y colocó una de sus manos sobre la mía, una amplia sonrisa así como un sonrojo se formó en mi rostro.

Mi teléfono empezó a sonar justo antes de que si quiera acercáramos nuestros rostros.

— Oh no, es Vivi. - dije al ver la pantalla de mi teléfono, había olvidado por completo las clases, además el tiempo había pasado demasiado rápido. — ¿Q-qué le digo? - miré a Hyunjin en busca de ayuda.