¿Cómo llego este pájaro aquí?
Es la pregunta que se hace el director al ver un blanco cisne, ser perseguido por un pequeño monstruo.
¿Cómo llego esta chica aquí?
Se preguntan todos los alumnos de Night Raven College, al ver una joven desconocida dea...
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—Solo si la bola de pelos se queda afuera. Nuestro dormitorio tiene política de no mascotas. Tirar su pelo por todas partes. —dijo Leona.
Jack, Grim y Odette habían llegado a Savanaclaw para poder hablar con el líder sobre la situación de los dos estudiantes de Ramshackle y se les permitiera quedarse. Como era de esperarse, con la chica no tuvo ningún problema de su estadía (no solo por su política de mujeres) pero con Grim...
—¡MIENTES! ¡Ustedes tienen mucho mas pelaje que yo! —gritó el felino ofendido.
—Pero nosotros vivimos aquí, no es lo mismo. —dijo Ruggie al lado de Leona.
—Además no hemos limpiado ninguna de las habitaciones libres. Así que ahora son basureros lleno de cosas inservibles. —habló el ojiesmeralda ahora mirando hacia Jack— ¿Dónde piensas ponerlos?
—No se preocupe, Leona-senpai. Con Grim podemos limpiar una de las habitaciones. Es lo menos que podemos hacer ya que no permite quedarnos. Además, estoy acostumbrada a hacer la limpieza tanto en nuestro dormitorio como en mi casa. —respondió Odette.
—Por mas de que lo logres, solo podrás dormir una o dos horas con el desastre que hay. —explicó Ruggie.
—O-oh...¿Y que tal en un sillón? Tampoco me molesta dormir en el piso. Su sala principal es agradable, en especial con el sonido del agua corriendo por la cascada.
—Jamas podríamos dejar que una pequeña dama duerma en un lugar infestado de hombres. —dijo Ruggie.
"Además, no confío mucho en que los demás mantengan las manos quietas...por cierto, ¿Soy el único que escucha música a nuestro alrededor?"pensó el rubio castaño.
Auque no mucho después sintió un foco encenderse dentro de el. Sonrió juguetón mirando en dirección a Leona. Sería un ganar-ganar para ambos. Seguramente aceptaría sin rechistar con sus valores ni se atrevería a hacer algo.
— Tengo una idea. Leona-san ¿Por qué no los dejas dormir en tu habitación?
—¡¿HUH?! —exclamaron los tres al escuchar la disparatada idea de la hiena.
