51

2.6K 162 684
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Era un nuevo día en Scarabia. El sol brilla, los pájaros cantan y el cielo despejado. No había nada que arruinara la hermosa mañana. Exceptuando a dos estudiantes de dicho dormitorio que temblaban hasta las patas. Después de haber regresado con Octavinelle con las manos vacías, no se atrevieron a entrar al edificio. Quien sabe que les haría Kalim a enterarse de la fuga de esos dos.


— Pensar que ambos huirían ahí de todos los lugares...—murmuro el moreno de cabello castaño claro.

—Y para colmo también robaron la alfombra mágica. Si el líder se entera de esto...ugh ¿Y ahora quien podrá defendernos?

—Por ahora debemos consultarlo con el vicelíder. Él sabrá que hacer.


 Antes de que pudieran seguir caminando, escucharon otros pasos acercarse a ellos. Al voltearse, su respiración se había detenido en un instante junto a sus frentes azuladas.


—Buenos días, lamento molestarlos. —saludo cortés cierto peliplata con una marca de belleza debajo de sus labios.

—Ugh, hace mucho calor. En verdad estamos en pleno verano aquí. —se quejo un muchacho de ropas desarreglas y ojos bicolor.

— ¡El trío sádico de Octavinelle que nos derroto ayer!

— ¿Qué es lo que quieren de Scarabia?

—Ah compañeros, lamentamos los sucesos ocurridos anoche. —se disculpo Azul sacándose su sombrero, seguido de una leve reverencia— Desde mi punto de vista, era normal querer defender a una pobre damisela en apuros con su mascota, de dos desconocidos que parecían amenazar su vida. Mi corazón bondadoso solo pensó en protegerlos inconscientemente...

"Si a ese perro con otro hueso..." pensaron los miembros del dormitorio.

—Pero después de escuchar toda la historia, supe que estos dos habían robado la alfombra mágica de Scarabia. Y al saber lo equivocado que estaba, tome toda la responsabilidad y atrape a estos dos ladrones. —dijo señalando con su mano a Odette entre medio de ambos gemelos con Grim en brazos— junto a la alfombra.

—Hngh...hora del show. —el felino tosió mudo, antes de cambiar sus ojos aburridos por unos llenos de furia—¡No crean que nos hemos rendido! ¡No me rendiré hasta no haber dado pelea! ¡Libertad animal!

"...Dios, soy yo otra vez. Por favor que se traguen el cuento. " pensó la castaña.

—Ah...bueno.

— ¿Gracias...por su ayuda?

"...No cabe duda que son estúpidos. Estoy rodeado de estúpidos." Pensó Azul masajeando su entrecejo.

Twisted wonderland: la princesa cisneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora