Twisted wonderland: la princesa cisne

P r o l o g u e

 Habia una vez, en una tierra lejana, existía un prospero reino en paz con la naturaleza que lo rodeaba.  Era reinado por una bondadosa reina, adorada por su pueblo, que tenía una hermosa hija de cabello dorado como el sol, piel blanca como la nieve y labios rojos cual carmín. Su nombre era Odette, una joven de buen corazón, no solo agraciada en belleza sino también bendecida con el don de la danza.

 Todos eran felices, bailando y riendo.

 Hasta el fatídico día.

Durante la celebración por el decimosexto cumpleaños de la princesa, un hombre se hizo presente. Su nombre era Von Rothbart, un poderoso hechicero que practicaba magia negra que pidió a la reina la mano de su hija. Esta se negó causando la ira del malvado hombre, quien no desistía en su idea de desposar a Odette, volviendo cada día con la misma propuesta.

Y recibiendo la misma respuesta.

Hasta que se canso del rechazo de la reina.

Una mañana, Odette salio al bosque para recoger flores silvestres . Estaba tan absorta en sus pensamientos que se sorprendió al ver a Rothbart frente a ella. Volvió a pedir su mano, siendo rechazado por la joven, quien le dijo que no lo conocía lo suficiente para poder aceptar su propuesta de matrimonio. Ciego ante el hecho de que ella no lo amaba, le lanzo un hechizo.

Desde ese día, la princesa era un radiante cisne hasta la medianoche, donde volvería a su forma humana en las orillas del río encantado creado a partir de las lágrimas de su querida madre. Entre la soledad y la tristeza, su única esperanza era esperar a alguien que nunca se haya enamorado y le jurara amor eterno.