¿Cómo llego este pájaro aquí?
Es la pregunta que se hace el director al ver un blanco cisne, ser perseguido por un pequeño monstruo.
¿Cómo llego esta chica aquí?
Se preguntan todos los alumnos de Night Raven College, al ver una joven desconocida dea...
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Otra dedicatoria a
"Otra vez estoy en un sueño..."
Observé a Blancanieves, quien cantaba a medida que juntaba flores como una inocente niña. Sé que muchos la critican por ser "antifeminista" pero, era solo una adolescente de catorce de los años treinta ¡Es una niña! Vi como iba a ayudar a aquel pajarito que había caído.
"¿Dónde esta tu mamita? Ah, creo que te has perdido. Pero no llores."
Entre que ella acariciaba al pájaro, vi al cazador mirar a cada lado, en búsqueda de que no hubiera alguien de que pudiera ver lo que estaba a punto de hacer. Se iba acercando a Blancanieves que era ajena a todo al hablar con el pájaro. Intenté jalar del brazo del hombre pero lo traspasé sinhacerle un rasguño.
"¡Ve con ellos! ¡Adiós!"
Escuché como se despedía del pájaro aunque quedó congelada al ver la sombra que iba acercando se a ella, haciendo que se de vuelta. El grito no se hizo tardar entre que se apoyaba en la piedra, con sus brazos tapando su rostro, en un ingenuo acto de querer protegerse del cazador que alzaba un cuchillo contra ella.
Pero era claro lo que pasaría. La mano de ese corpulento señor temblaba hasta que terminó soltando el cuchillo en sollozos. Solo se quedó de rodillas entre que agarraba el vestido de Blancanieves pidiendo misericordia.
"No puedo hacerlo. Perdóneme. Imploro vuestro perdón, alteza."
"¿Por qué ibas a hacerlo?"
"¡Ella quiere matarla, está celosa, está loca!"
"¿P-pero quien?"
"La reina."
El rostro de la princesa se desfiguró. Era entendible. Alguien a quien consideraba su madre, alguien a quien nunca había desafiado quería darle fin a su vida.
"Pronto niña, ¡Corra! ¡Huya! ¡Escóndase! ¡Intérnese en el bosque y no vuelva! ¡Ocúltese de ella donde no pueda encontrarla! ¡Corra! ¡Huya!"
Asustada, aún negándose a creerlo salió corriendo como dijo el cazador hacia el bosque. Aunque sigo pensando que no fue buena idea mandarla ahí aún si encontró ayuda...incluso si en la realidad, no debes meterte en casa de extraños. Pero en otras versiones dicen que la mandó allí pensando que algún animal la mataría, así no se mancharía las manos.
La escena se nubló. Ahora me encontraba lejos del colorido prado. Fue reemplazado por paredes de piedras húmedas y musgo. El olor a podrido abundaba. Los frascos, calaveras y libros mohosos eran visibles a simple vista. Era la guarida de la reina, donde hacía sus pociones.
