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 Frio.

 Fue la primera sensación que sintieron los cuatro jóvenes junto al monstruo. Aun cuando el trío de Octavinelle fuera de una especie se puede soportar cierto nivel de climas y Grim tuviera pelaje, podían sentir el viento helado contra ellos. Pero el que más preocupaba era Kalim, quien solo era un humano que corría peligro. Mientras discutían sobre su situación en los límites de Scarabia un sollozo los interrumpió.

 Todos voltearon a ver a Grim, quien tapaba su cara con sus patitas y soltaba algún que otro hipo. Fue cuando notaron algo faltante. O tal vez se dieron cuenta, pero intentaban ignorarlo por la punzada en sus corazones al recordarlo.


—D-dede...—se escuchaba murmurar al felino— ¿P-porque nos sigue sucediendo estas cosas...? ¿Por qué nos persigue la desgracia...?

— ¿D-donde esta, Dede? —hablo Kalim una vez recordó lo que estaba pasando.


 Azul bajo la mirada apretando el puño. La mirada de Odette aun lo seguía. Saber que estaba junto a un loco en estado de overblot no lo dejaba tranquilo. Lo mismo pasaba con los gemelos, pues se sentían culpables por no haberla detenido cuando hizo ese movimiento tan peligroso.


—Jade...—el albino miro al nombrado quien desvió la mirada— Floyd...—esta vez, miro hacia el otro hermano que chasqueo la lengua. Por último miro al líder, chocando su mirada escarlata con el zafiro.

—Sigue en Scarabia...Jamil la tiene.


 Los parpados del moreno se abrieron en pánico. Ella estaba sola...con Jamil en ese estado.


— ¡Debemos ir a buscarla!

—No es tan fácil, joven Kalim. —intervino Jade— No tenemos escoba u alfombra para poder irnos volando.

—Iremos corriendo si hace falta. —salto Floyd con su voz grave y mirada— Koebi-chan esta sola con la serpiente marina.

—Por más que quisiera ser infantil como tú, debo ser realista. Pasamos demasiado tiempo volando hasta aquí, así que tomara horas llegar a pie. —argumento Azul para después fruncir el ceño— Antes de eso, Floyd, esa voz me molesta. Romperé el contrato para que vuelva a la normalidad.

—Ah~ pero realmente me gusta...


 Rodando los ojos, el peliplata chasqueo los dedos haciendo parecer dicho papel dorado. En un segundo lo partió en dos, haciendo que este desapareciera en chispas doradas.

Twisted wonderland: la princesa cisneWhere stories live. Discover now