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 Esta vez me encontraba en una corte, viendo justo delante de mi a la mismisima Alicia, quien se enfrento a la reina de corazones, diciendo que no era una verdadera reina sino una tirana egoísta y malvada. Tampoco ayudo mucho que el gato de Cheshire avivara las llamas causando que la monarca se pusiera roja de furia, ordenando que cortaran la cabeza de la niña. Justo cuando vi como los soldados cartas se lanzaban hacia ella, todo se congelo.


—Que difícil debió ser para todos seguir las ordenes de una mujer tan cruel, ¿No crees?


 Esa voz distorsionada volvió a escucharse. comencé a mirar por todos lados hasta que vi una figura encapuchada a unos metros de mi. La habitación se había vuelto fría, causando escalofríos en mi espalda. No sabia porque, pero sentía la oscuridad que esa persona irradiaba a su alrededor.


—Te he estado esperando, Odette Swan. ¿Te gustaría oír una linda historia?

—¿Q-quien eres y c-como sabes...

—Una niña perdida, asustada, llega a un lugar desconocido solo por seguir a un conejo blanco. Logro escapar a duras penas de esa bruja carmesí y su séquito, creyendo que todo era un sueño. Pero años después, vuelve a terminar en el mismo lugar solo para convertirse en la "campeona" que debe matar a la reina de corazones para así, liberar a unos estúpidos cobardes de su tiranía.


 Comenzó a recorrer a cada uno de los personajes de la película: el sombrerero, la liebre, los naipes hasta llegar a los monarcas. Pude sentir como su mirada oculta posarme en mi. 


—¿Sabes como termino la historia?

—A-Alicia logro derrotar al Jabberwocky, derrocando a la falsa reina y entregarle la corona a la verdadera soberana de la tierra, la reina blanca y hermana menor de la tirana mujer. Ella termino por exiliar a su hermana a las tierras lejanas, donde nadie podría dirigirle la palabra ni ser amable con ella.


 La opresión en mi pecho se hizo presente, pero se iba intensificando a medida que la figura se iba acercando a mi. Pude deslumbrar una macabra sonrisa desde cu cubierto rostro, seguido de una aguda risita escapar de sus agrietados labios.


—¿Por eso le dijiste al niño de cabellos rojos que no siga su camino? ¿Por qué podría terminar igual de solito en un futuro cercano? No deberías sentir lastima por el. Eligió ese camino de restricciones.

Twisted wonderland: la princesa cisneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora