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 El trió de amigos fue camino al bosque detrás del campus en cual, había diferentes tipos de frutas. En cuanto encontraron el castaño Grim se pincho la pata al intentar recogerlas, motivo por el cual, decidieron ir antes al invernadero a buscar lo necesario para poder recolectar las castañas. Al llegar a dicho lugar parecía un paraíso tropical ante la variedad de plantas que se mantenían en el lugar.


—Wow, es mas grande de lo que pensé. —dijo Ace mirando los alrededores junto a Odette, admirando aun mas su brillante sonrisa.

—Debería haber alguien que se encargue de este lugar. Lo mejor sera separarnos y buscarlo. —surgió Deuce mirando a sus compañeros.

—Entonces yo iré por la derecha.

—Yo iré a la izquierda.

—Nosotros dos seguiremos adelante, buena suerte. —saludo la muchacha a los dos con su mano y una sonrisa.

"Ni que nos separáramos por mucho tiempo..." pensaron ambos con una gota de sudor.





 Tanto Grim como Odette parecían haber olvidado su objetivo de buscar al cuidador del invernadero, pues comenzaron a correr por el sendero maravillados por la belleza de dicho lugar. Había tantas plantas peculiares que nunca vio en su mundo, con colores tan llamativos y formas extrañas. ¿Que se sentiría vivir en un lugar tan pacifico rodeado de naturaleza? Muchos personajes de Disney vivían en lugares como este: Aurora con sus tres hadas madrinas, Mowgli con sus amigos en la selva incluso Peter Pan y los niños perdidos convivían en armonía con la flora del país de Nunca Jamas. Ella en verdad deseaba vivir en un lugar tan tranquilo como este con su familia.


—Sin preocuparse, es como hay que vivir. —comenzó a tatarear mirando alrededor—Al vivir así, yo aquí aprendí, hakuna matata.

—¡Hay tantas frutas! ¡y huelen tan bien! 

—No es momento de comer Grim. Deberíamos reunirnos con Ace y Deuce. Tal vez tuvieron mas suerte que nosotros. —al final termino por perder al pequeño de vista—Oh dios lo volví a perder, en enserio soy idiota.


 Siguió caminando en busca del gato hasta que escucho un débil llanto. Comenzó a acercarse a los arbustos donde el pequeño pitido se hizo mas claro, encontrando entre las hojas a un pequeño colibrí de plumaje verde turquesa exceptuando su garganta rosada y azulada.


—¿Que te ocurrió, pequeñín? —acerco su mano, intentando mostrar al ave que no deseaba hacerle ningún daño. Este miro su palma por unos segundos antes de que se posara entre sus dedos. Lo acerco para mirarlo con cuidado hasta encontrar el motivo del triste canto de esa frágil criatura.

Twisted wonderland: la princesa cisneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora