44

2.4K 180 263
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





 A mi alrededor no había nada mas que arena seca. Tanto en panorama como en mis pies descalzos. Grandes dunas se alzaban en el paisaje nocturno libre de estrellas.  De pronto, al lado mio apareció la sombra oscura de un caballo, con un hombre largirucho de ropa elegante y perilla rizada. Adelante de el se presento otro individuo petiso de apariencia sucia.


"Llegas tarde" dice el hombre montado en el animal. 

"Un millón de disculpas, oh paciente señor" dijo el otro mostrando una mueca de desagrado.


 Fue cuando me di cuenta, en realidad era Jafar, el antagonista de la película Aladdin, cuando buscaba la cueva de las maravillas al principio del filme. El fino adulto mostró ojos fríos hacía el, mostrando su impaciencia ante aquello que había pedido. 

Alegando con orgullo aquellas vidas que tomo para conseguir aquella mitad de un escarabajo de oro le dio (mas bien, le fue arrebatado por el acompañante emplumado de Jafar) los unió para formar dicho insecto para que este saliera volando. Sin perder el tiempo movió las riendas de su caballo para salir a todo galope con el ladrón detrás suyo.

 De un parpadeo, aun no sabia como, ya estaba frente de aquella enorme cueva de arena con cabeza de felino. Al terminar de formarse su gran boca iluminada se abrió, haciendo que Jafar se bajara del caballo admirando con una sonrisa tal aparición.


"Al fin, después de tantos años de búsqueda, la cueva de las maravillas." soltó con emoción con Iago repitiendo sus últimas palabras.


 Enseguida  agarro al hombre de menor estatura por sus ropas diciendo que le trajera una lampara y el podía quedarse con el resto del tesoro. En cuanto veía como ese pobre señor iba a poner un pie dentro, sin saber su destino, sentí algo raro en el aire. Había un espantoso olor a podrido a mi alrededor.


"¡¿Q-que ocurre?!"


 Todo comenzó a temblar a mi alrededor, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo escuchando un chapoteo en cuanto mi trasero golpeo el suelo. Sentí algo viscoso humedeciendo mis mano, horrorizándome al verla frente a mi rostro. Era oscuro y se sentía como una baba al tacto.


"¿Que es esto...?"


 De golpe de aquel liquido a mi alrededor salieron unas manos con garras y deformadas. Gotas de ese líquido caían en mi rostro, pero ni siquiera eso me permitió que dejara de estar petrificada por el miedo; o cuando sentí esos dedos grotescos agarrar mis extremidades; ni mucho menos cuando una de estas tapo mi boca, haciendo que el sabor amargo y rancio entrara en mi boca.

Twisted wonderland: la princesa cisneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora