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 El ambiente del restaurante era relajante y maduro. Recordaba a esos bares de jazz de los años setenta. Aun a altas horas de la noche, había bastante gente disfrutando de gratas charlas y comiendo platos apetitosos. El aroma invadió las fosas nasales de Odette, haciendo que su estomago rugiera. Incluso desde el rincón donde se habían quedado parados.

 De repente, sus orbes turquesa se abrieron de sorpresa al sentir como sus pies eran levantados del suelo, acompañado de una mano que agarraban de la cintura. Parpadeo un par de veces hasta que fue dada vuelta, donde vio un rostro conocido que le sonreía con sus dientes puntiagudos a la vista.


— Ah~ Koebi-chan, bienvenida~. —soltó Floyd relajado mientras la abrazaba como si fuera un oso de peluche, hasta que noto a Jack gruñirle— Veo que el erizo de mar también vino contigo.

— ¡Te dije que no soy un erizo de mar!

—Tr-tranquilo, Jack. —la castaña sonrojada se soltó del agarre de miembro de Octavinelle para ir a calmar a su amigo.

—Oh vaya...¿Quién lo hubiera pensado? Gracias por venir tan pronto. —los tres se giraron para ver a Jade acercarse a ellos sonriente— Bienvenidos a Mostro Lounge. Es la primera vez que nos visitan, ¿Verdad?

—Llevo pensando esto desde el almuerzo...¿Te gusta hacer preguntas de la que ya sabes la respuesta?

"Con sus uniformes de dormitorio parecen aun mas mafiosos..."pensó la castaña con una gota de sudor en su frente.

—Fufu, solo me estoy asegurando. Entonces, esto puede ser presuntuoso de mi parte, pero por favor permitanme explicar algunas de las reglas de este establecimiento. ¿Me permite escoltarla a su mesa, señorita? —hablo Jade extendiendo su mano hacia la nombrada, quien la tomo dudosa— Mostro Lounge es un lugar de reunión social para caballeros y ahora, damas. —dirigió su mirada a la susodicha— Las disputas entre dormitorios están estrictamente prohibidas. Aqui seguirás las reglas de Octavinelle, no importa de que dormitorio vengas. —esta vez, giro su cabeza para ver al albino que lo fulminaba con la mirada— Por favor, siga nuestras normas y disfrute de su estadía en el salón. Entonces, queridos invitados ¿Cuál es su negocio aquí esta noche?

—Me gustaría poder hablar con su jefe sobre el tema de las anémonas, por favor. —hablo Odette sin vacilar y cortés una vez se sentaron.

 El muchacho solo le rió suavemente con una sonrisa— Como desees. Actualmente nuestro jefe esta atendiendo a otro cliente. ¿Puedo pedirle que espere un momento?

—Por supuesto. No nos iremos sin haber hablado con el.

—Muchas gracias por su comprensión. Oh si, también requerimos que ordenes por lo menos una bebida. Así que por favor, asegúrate de hacer eso. —aplaudió un par de veces para llamar la atención de una personas muy conocida para los dos de primer año — Sr. Anémona, por favor tome su orden.

Twisted wonderland: la princesa cisneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora