59. Dos idiotas a la salida de Los Cielos

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Las clases habían terminado, pero no era como si hubiera supuesto un gran cambio en Xie Lian. Prácticamente lo único que había hecho en el día de hoy era pensar, pensar y más pensar. Que la jornada escolar hubiera terminado no evitaría que el de blanco siguiera reflexionando acerca de todas esas cosas.

En primer lugar, ¿qué se suponía que le había pasado a Shi QingXuan? ¿No iba al hospital con su hermano? ¿Por qué no le había dicho que algún vil tipo lo acosaba? Desde que escuchó la discusión entre Ling Wen y Pei Ming su cabeza no había dejado de darle vueltas, pero lo que realmente le traía por la calle de la amargura era el asunto de Hua Cheng. 

Por lo que había oído, después de su conversación el de rojo se fue del instituto, ¿tanto daño le había hecho su petición? Si tal era el caso, ¿por qué no se lo dijo? Otra opción era que Hua Cheng todavía estuviera enfermo, ¿pero entonces por qué vino en un principio?

Xie Lian caminaba de regreso a casa, aunque a cada paso que daba su sentido del deber quedaba más confuso. ¿Había de encontrar al Maestro del Viento o acudir con Lluvia Sangrienta?

De repente, el castaño notó cómo alguien aplicaba una suave presión en su hombro, lo que hizo que se volteara inmediatamente.

— ¡San La-! —, exclamó emocionado antes de que una severa voz lo interrumpiera.

— ¿¡¡'SAN LA'- QUÉ!!? ¡Alteza, no sabe lo mucho que le he estado buscando desde que ESE TIPO y usted....! —, el hombre versado en arquería lucía increíblemente molesto. — ¡¡URK!! ¡Siquiera quiero saber qué le ha podido hacer ese desgraciado!

— ¿Qué más pudo haber pasado? —, intervino otro hombre, no más desganado porque sus ojos no podían revirarse más. — Evidentemente le habrá hecho TODAS ESAS COSAS a Su Alteza. Esto es lo que pasa cuando dejas hablar a un tipo que no es capaz de diferenciar una cacerola de un caldero.

Una notable venita pudo ser observada en la frente de Feng Xin. — Y yo no sé por qué alguien que solo se dedica a barrer el suelo se mete en estas cosas.

En aquel momento, los dientes de Xie Lian chirriaron suavemente. Era gracioso ver cómo la relación entre esos dos no había cambiado a pesar de los años transcurridos, pero estaba claro que los trapos viejos que estaban sacando no solo tornaban la conversación en algo molesto sino que también en una vergonzosa charla.

Aquella última declaración por parte de Nan Yang fue lo último que Mu Qing pudo soportar, quien no se contuvo en replicar, — ¿Y tú, 'libertador de infantes' crees te ves en más derecho por tu 'tremenda masculinidad'?

Vale, ahí debía admitirlo. Xie Lian fue incapaz de contenerse una pequeña risita. Tiempo atrás, cuando los tres iban a la escuela primaria uno de los profesores de Feng Xin se equivocó al escribir su antiguo nombre, "Ju Yang". La verdad era que si bien Xie Lian encontraba bastante ridículo eso de 'formidable virilidad' no entendía por qué Mu Qing se burlaba de él diciéndole cosas como "el potenciador secreto de los hombres" o "más eficaz de GuanYin para venerar por un hijo".

En cualquier caso, si el comentario acerca del pavimento fue lo que acabó con la paciencia de Xuan Zhen, este otro fue el que colmó el vaso para Nan Yang.

— Por lo menos yo no patearía a mi propio mecenas. —, espetó algo soberbio.

Esta vez, el recuerdo doloroso fue para Xie Lian. Era cierto que había superado su pasado, pero eso no quería decir que le agradase recordarla. Con una sonrisa pasivo agresiva, casi del calibre de las de Lluvia Sangrienta zanjó el tema. — ¡Basta! Feng Xin, Mu Qing. Todo eso forma parte del pasado, no hay por qué removerlo. — De repente, una pequeña bombilla se iluminó en su cabeza. — Ya lo tengo, cerremos esto con un último acontecimiento que nos dejará en tablas, ¿sí?

Ante aquella proposición, el uno asintió con cierta energía, mientras que el otro puso sus ojos en blanco haciendo ver que aceptaba con desgana. Dentro de lo que cabe, Xie Lian supuso que aquello había sido un logro. Así que aclaró su garganta y procedió a preguntar, — Bien, esto... ¿recuerdan aquella función en la que interpreté el papel de Príncipe Heredero? ¿Alguno sabe si por los alrededores había un niño moreno um...? — no sabía a partir de cuándo Hua Cheng empezó a usar parches, así que no sabía cómo formular aquella pregunta. Además, este los usaba porque quería ocultar su heterocromía, ¿no estaría yendo en contra de su voluntad si lo contara? — quiero decir... ¿os acordáis de que se acercara un niño moreno, muy lindo, vestido de rojo?

Nan Yang contuvo las ganas de gritar. Sin embargo, cuando volvió a ver el 'inocente' rostro de Xie Lian mirándoles con aquella carita de curiosidad fue imposible no explotar. — Alteza, ya no quiero saber si en esa cabeza queda alguna de las enseñanzas de su tutor, ¿¡SIMPLEMENTE LE QUEDA ALGO DE MORAL!? ¿¡Ya no solo es ese LLUVIA SANGRIENTA, sino que ahora también NIÑOS!? —, antes de que el de blanco se pudiera defender, Feng Xin se volteó hacia Mu QIng. — ¿Y tú qué, idiota? ¿¡No piensas decir nada!?

En una parte de sí mismo que jamás aceptaría, Mu Qing comprendía el punto del otro hombre. Al fin y al cabo, si él no supiera nada acerca de ese 'lindo y moreno niño ataviado en rojo' definitivamente habría llegado a la misma conclusión que Feng Xin. ¡El problema estaba en que había sido precisamente él el que había echado a patadas al susodicho niño de las narices! Aunque cabía añadir que aquel crío que pateó no era ni lindo ni iba de rojo, sino un mocoso harapiento cuyo rostro estaba prácticamente cubierto por vendas. De no ser por lo que sabía de la relación entre Lluvia Sangrienta y Su Alteza no habría adivinado de quién hablaba por tal pésima descripción.

Sea como fuere, la acusación de ese molesto Nan Yang lo hizo salir de sus pensamientos haciendo rodar sus ojos como única respuesta. Ante dicha acción, la venita en la frente de Feng Xin se acentuó y cruzándose de brazos espetó, — Huh, cuánta ayuda.

Y con esas palabras, el bucle sin fin de palabras y frases ofensivas entre ambos hombres comenzó de nuevo.

Una risilla nerviosa e incómoda escapó de los labios de Xie Lian al hallarse otra vez como testigo. — Ah... hahahha... está bien. Mejor olvídenlo...

Sin embargo, ninguno de sus antiguos sirvientes se prestaron a escucharlo. Estaban demasiado centrados en la discusión y por más que intentase calmarlos solo fracasaba.

Al ver que empezaba a oscurecer, Xie Lian acabó por desistir para irse con cierto disimulo. De todas formas, lo que tenía que hablar con ese par ya estaba zanjado. Si bien nadie le contestó explícitamente el tiempo extra que tardó Mu Qing en revirarle los ojos fue suficiente para que el de blanco se diera cuenta de que en realidad sabía algo.

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¡Buenas a todos y todas!

Ni yo sé cómo he logrado traer capítulo para esta semana después de los problemas técnicos que me han surgido, pero aquí estoy como cada miércoles habiendo incluso que partir el capítulo a la mitad por extensión. 

Vamos con las aclaraciones como siempre:

En "más eficaz de GuanYin para venerar por un hijo" creo que nadie más que nuestro XieXie necesitaría una aclaración explícita para su significado, así que vamos con la parte de "GuanYin". Por si no lo saben, en la religión budista GuanYin simboliza la fertilidad entre otras cosas.

Luego, el chiste con los significados del anterior nombre de Nan Yang supongo que ya lo tendrán claro de la novela original. Como tampoco tiene demasiada relevancia para este fic no me voy a parar a explicarlo, pero si hay alguien que lo quiera revisar está explicado en las notas de mi traducción de HOB.

Ahora sí, espero que les haya gustado, o al menos, sacado una sonrisa (y si no son demasiado fans del FengQing no se preocupen, enseguida vuelve HuaHua para.... potenciar la amistad con XieXie). Recuerden que si así fue pueden dejar una 🌟 o comentario, que motivan enormemente. Y si les encantó, siempre pueden seguirme <3

— Ojalá su año haya empezado bien y se cumplan todos sus propósitos. ¡Feliz día de Reyes! ¡Nos leemos!

[PS.: todos los que hayamos acabado el donghua de TGCF, parémonos a adorar a Dianxia 💕 Ese final fue maravilloso].

· Heaven School Blessing [HuaLian]Where stories live. Discover now