4. Primeras maldiciones de un Goblin

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— ¡Yo sé quién es ese! — Exclamó de la nada un adolescente cuyos cabellos azabaches reflejaban curiosos destellos verdes.

Hua Cheng arqueó una ceja, no estaba muy claro si por incredulidad o porque ese impertinente alumno había estado espiando su conversación.

Tras un lapso de silencio, cuando parecía que Qi Rong iba a volver a abrir la boca, Hua Cheng se levantó cogiendo su bandeja no sin antes espetar, — Aguas Negras, me voy yendo.

Instantáneamente He Xuan repitió el mismo gesto que su compañero de mesa. Si bien adoraba comer, y no había mejor lugar para ello que la cafetería, quedarse solo implicaría que el incordioso Shi Qing Xuan podría acercarse en cualquier momento a él. He Xuan tenía suficiente con soportarlo durante las clases, haría lo que fuera — inclusive implicando saltarse un aperitivo — con tal de minimizar el trato con esa molesta persona.

Al ver cómo Hua Cheng intentaba abandonar la cafetería, Qi Rong comenzó a armar jaleo para ser escuchado.

— ¡ÓYEME LLUVIA SANGRIENTA! ¡ESE TIPO DEL QUE HABLAS ES MI PRIMO, AQUEL QUE UNA VEZ INTERPRETÓ A UN PRÍNCIPE HEREDERO! — Gritó mientras se señalaba a sí mismo.

Al captar esas palabras Hua Cheng se volteó de inmediato.

— ¿Tu primo? — dijo lo más calmado posible. Realmente tenía ganas de golpear a ese chico que había salido de quién sabe dónde. ¿Qué clase de tono se creía que estaba usando?

Con orgullosa expresión tras haber llamado la atención del mandamás de la academia, — Así es, pero él es la oveja negra de la familia.

Una venita se hizo presente en la blanquecina frente de Hua Cheng.

— ¿Qué se supone que eres tú entonces? — todavía controlándose. Era la máxima autoridad entre los alumnos, no podía dar un mal ejemplo, aunque ganas no le faltaban.

La expresión de Qi Rong, por su parte, era todo un poema. Nadie antes le había contestado tan sarcásticamente, siempre habiendo estado refugiado bajo el lecho de su madre, la tía de Xie Lian.

Al ser la primera vez que alguien hería su orgullo como tal volvió a causar alboroto.

— ¡OBVIAMENTE YO SOY LA LUZ Y LA ESPERANZA DE LA FAMILIA! ¡NO TENGO COMPARACIÓN ALGUNA CON ESE HAZMERREÍR CAÍDO EN LA DESGRACIA!

.

.

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La gente formaba un círculo al rededor de ese par, Hua Cheng y Qi Rong, así como de He Xuan que había acabado envuelto también por pura casualidad. Él solamente quería desaparecer de ahí lo más rápido posible, para no llamar la atención de ninguna manera.

¡Hua Cheng, el virtuoso, educado y maravilloso estudiante modelo de "Los Cielos" acababa de infringir la mayor norma posible dentro de un centro educativo: agredir, en este caso físicamente, a otro compañero!

Todo el mundo cuchicheaba en un tono extremadamente bajo, no querían que esa ira de Hua Cheng pudiera llegar a ser desatada en ellos.

Qi Rong, por su parte, estuvo en estado de shock durante un breve lapso, antes de volver a alzar la voz, — ¿¡QU-QUÉ TE HAS ATREVIDO A HACER!?

Hua Cheng, todavía con voz ligeramente calmada respondió, — ¿Acaso no tienes ojos? ¿O quizá tu sentido del tacto de ha abandonado? ¿Qué más pudo ser eso que una bofetada? — Nada más acabar de hablar, como si nada hubiese ocurrido, prosiguió el camino para dejar la bandeja. La gente que se había reunido en forma de corro dejó un espacio para el marchar de Los Supremos. No mucho después, antes de abandonar la cafetería por completo, dedicó unas últimas palabras a ese nuevo estudiante, — ¿Quizá necesites otra para comprenderlo mejor?

La reacción de Qi Rong no fue inmediata, sino que tardó unos segundos.

— ¡AIYOOOOO! ¡HUA CHENG, CABRÓN! ¡PIENSO CONTARLE ESTO A MI TÍA!

La expresión de Hua Cheng no varió. Sinceramente, no era algo que le importase en absoluto, para él como si se lo contaba a la piedra de la esquina del parque frente al instituto.

Al ver que no reaccionaba, Qi Rong no pudo evitar lanzar otra amenaza al aire, — ¡Y QUE SEPAS QUE TAMBIÉN PIENSO DECÍRSELO A MI PRIMO! ¡AHORA YA NO QUERRÁ SABER NADA DE TI JAMÁS!

Al terminar de hablar comenzó a reír como un demente. Probablemente estaba maquinando un montón de situaciones posibles en su mente. Escenarios como aquel mandamás intentando hablar con su primo, pero este negándose a hacerlo debido a ese comportamiento tan indebido con su persona; o encontrándose en alguna de las instalaciones, y ni mirarse a la cara a fin de ese resentimiento que obviamente, su primo guardaría hacia Lluvia Sangrienta por el mero hecho de haberle pegado.

Definitivamente Qi Rong reía a carcajadas.

Sin embargo, las palabras de Hua Cheng sacaron a ese adolescente de aquel estado, palabras las cuales no sonaban nada preocupadas, deteniendo esa risa por completo.

— ¿Ah, sí? Realmente me gustará saber su opinión.

Y así, Lluvia Sangrienta que llega hasta una flor, seguido de Aguas Negras, abandonaron la cafetería.

Qi Rong solo maldecía a esos dos, repitiéndose en su cabeza (y realmente también expresándolo en voz alta): "¡¡ME LAS PAGARÉIS!! ¡¡AIYOOOOOOOO!!"

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En mi mente, cuando Qi Rong amenazaba con contarle lo sucedido a su tía no sonaba tan parecido a Jin Ling...  En fin, sea como fuere...

Espero que esta tercera parte les haya gustado, si es así, recuerden, pueden dejar su voto o comentarios e incluso llegar a seguirme <3

Nos leemos~~

· Heaven School Blessing [HuaLian]Where stories live. Discover now