· Heaven School Blessing [HuaLian]

26. Un accidente que acabó en Hualian

No mucho tiempo después, el de blanco estaba plantado en mitad de la calle. Y como no podría pasar desapercibido, ¡con una cajita de almuerzo entre las manos! ¡Al final había accedido a la petición del de rojo!

...

¡Tenía que verse extremadamente estúpido ahora mismo! ¡Sujetando ese recipiente como si fuera lo más normal del mundo! ¡¿Cómo podría no lucir mal de la cabeza cuando llevaba un almuerzo de esos que comías a mediodía, pero siendo las nueve de la noche si es que no más tarde?!

Había salido sin darle demasiada importancia, pero al reflexionar sobre ello, se dio cuenta de que lo que estaba haciendo no estaba definitivamente bien. Aun si era el otro el que lo había pedido, ¡¿con qué cara se suponía que debería mirar a Hua Cheng?! ¡¿Qué le iba a decir?! ¿"Toma, un puñado de arroz sospechoso, que después de más de medio día debe estar incomible"?

¡No podía hacer eso! Antes de hacer algo tan vergonzoso preferiría volver a su casa, dejar eso que llevaba y excusarse con algo. Xie Lian repudiaba las mentiras, pero incluso eso sería mejor que hacer al de rojo entrega de algo tan terrible.

Sin embargo, antes de que pudiera dar un paso atrás, oyó la voz de ese hombre de cabellos del color de la tinta. — ¡¡Gege!! ¡Aquí!

No podía negar que escuchó algo de eco desde el otro lado de la llamada. No obstante, ese grave pero agradable tono había sido emitido en directo. Instantáneamente, se giró hacia ese lado.

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Era Hua Cheng. Verdaderamente era Hua Cheng el que estaba allí. Por alguna razón, se sintió emocionado. Ah... antes de verle, sus ojos se sentían pesados. Todavía sería difícil ocultar la leve irritación que mostraba la cuenca de su lagrimal. Después de charlar con Shi Qing Xuan, había quedado absolutamente tocado. No obstante, esa persona delante de él, extrañamente lograba animarle. Sentía cómo la horrible carga se iba desvaneciendo.

No pudo evitar gritar, — ¡¡San Lang!!

Acto seguido, olvidándose de todas las preocupaciones anteriores, se echó a correr hacia él. No sabía muy bien por qué su cuerpo actuó de una manera tan impulsiva, ¡pero habían pasado tantas cosas que no entendía que por una más no se pararía a sopesarlo detenidamente!

Paso tras paso, la distancia que les acortaba iba siendo menor. Aunque un rió no demasiado ancho fluía rodeando aquel parque, la carrera no era larga en sí. Sin embargo, el camino no era precisamente liso. Había muchas grietas. Era como si el equipo que hubiera asfaltado aquella calle gustase de ver a otros cayendo sobre el paseo. Por eso mismo, Xie Lian debía tener especial cuidado. A juzgar por su mala suerte, no sería de extrañar si tropezaba una vez tras otra.

Por suerte, consiguió pasar sano y salvo. No podía creerlo. Sus tobillos no se torcieron misteriosamente, y tampoco se tropezó con ninguna piedra inexistente. Por primera vez, su pésima fortuna no había causado ningún traspiés.

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O tal vez... había cantado victoria demasiado pronto. ¡Justo cuando creyó que ningún contratiempo podría suceder, un niño sin control de lo que hacía pasó en bicicleta a toda velocidad! Naturalmente, Xie Lian hizo cuanto pudo por evitar la colisión. Sin embargo, cuando camino hacia atrás para apartarse, notó cómo el suelo había dejado de existir.

En menos de tres segundos se escuchó un fuerte "¡SPLASH!"

¡Xie Lian se había caído al río! A los pocos segundos, pudo notar perfectamente cómo su espalda rebotaba con el suelo de esta masa de agua. De hecho, no fue un simple golpe. ¡Precisamente había chocado con un montón de piedras considerablemente puntiagudas! La fuerza que su cuerpo produjo al sumergirse fue significativa. Además, había sido algo completamente involuntario, por lo que no se trataba de una magnitud controlable. Si al menos hubiera estado consciente, habría podido maniobrar de forma que el impacto no hubiera sido tan seco. Como era de esperar, tosió un par de veces. Después de ello, esperó que su boca se llenase de agua. Sorpresivamente, no hubo nada más lejos de la realidad.