55. Hualian avergonzado

2K 345 635
                                    

En cuestión de unos instantes, Xie Lian sintió un impulso nervioso recorrer toda su espina dorsal. Tan pronto como Ling Wen los expuso hizo fuerza con sus brazos para separarse de Hua Cheng. 

Claramente, era consciente de que lo que había pasado estaba mal, ¿o es que acaso besarse era el nuevo hobby entre amigos? 

Cierto era que no estaba advertido de las nuevas modas, pero al menos su cabeza no iba tan mal como para no saber de aquel principio. Sin embargo... parecía que su 'subconsciente' seguía ignorándolo descaradamente. 

¡¡Simplemente no lo entendía!! 

¡¿En qué momento juzgó que enroscar sus piernas al cuerpo de Hua Cheng estaba bien?! ¡¡¿Siquiera estaba pensando?!!

Una vez terminada su alocución, Ling Wen bajó la persiana de la ventana a través de la cual los había.... pillado en un momento delicado y se perdió en el pasillo, lo que hizo que Xie Lian pudiera, al menos, relajar su tenso y sofocado semblante.

Cuando volvió a mirar al frente halló el magnífico rostro del de rojo. Aquel ojo obsidiana lo observaba con una dulzura enigmática que jamás lograba descifrar. Aunque si tuviera que decir lo que sí que embelesó por completo sería menester mencionar aquellos pómulos ligeramente sonrojados así como los rosados labios del contrario. No era la primera vez que las facciones de su amigo le provocaban sentimientos parecidos, y era por eso mismo que La Flor empezaba a replantearse seriamente si quizá Lluvia Sangrienta lo había capturado de una forma más especial de lo que pensaba.

De la nada, notó el suave tacto de una de las manos del azabache acariciar su mejilla mientras acomodaba algunos mechones de pelo detrás de su oreja. 

Sin poder evitarlo, el cuerpo del de blanco se estremeció. Sus ojos entrecerrados empezaban a adquirir un ligero rojizo y de su boca salió un jadeante, — Sa-San Lang...

La voz de Xie Lian no sonó fuerte, pero en un ambiente en el que a lo mucho se oía el latir de sendos corazones fue imposible pasar desapercibido. Como era de esperar, el castaño se enrojeció al momento echando la cabeza para atrás mientras sus cejas se curvaban y ocultaba su cara con las manos. ¡¿Qué había sido esa ridículamente erótica voz?!

Quería hablar, pero la voz no le salía. Su boca se movía nerviosamente, pero por mucho que pronunciara sonidos no lograba darles forma de palabras. Estaba demasiado agitado.

Hua Cheng tampoco estaba precisamente calmado. Aunque este, en lugar de avergonzado o alborotado estaba ensimismado. Ensimismado con la bella Flor prisionera de sus brazos a quien creía amar cada vez más. 

Si en un comienzo se había enamorado perdidamente de Xie Lian por su corazón de oro y suma belleza, ahora que al fin podía afirmar que se conocían y construían hermosos recuerdos día tras día lo tenía simplemente loco. Él, una persona que en su día había despreciado la vida hasta el punto de querer acabar con ella se veía ahora capaz de proclamar que en el fondo era maravillosa; cosa que solo había sido posible gracias al precioso hombre que descansaba debajo de él o en mejores palabras, el precioso hombre por el cual vivía. 

— Gege... —, susurró con el poco aire que le quedaba.

Al oír la llamada del contrario, Xie Lian decidió abrir un espacio entre sus dedos índice y corazón para asomar uno de sus ojitos. 

— ¿Qu-Qué pasa, San Lang....? —, preguntó con algo de pena.

Dudó por unos segundos. Era la perfecta ocasión para conseguir al fin una respuesta firme acerca de si estos 'accidentes' le resultaban desagradables o asquerosos. Xie Lian solía huir de esta clase de temas de conversación y, sinceramente, a Hua Cheng tampoco le importaba seguirle el rollo con tal de no incomodarle. Sin embargo, esa enorme duda llevaba atormentándolo durante días. Después de todo, de esta respuesta dependían sus posibilidades a futuro.

· Heaven School Blessing [HuaLian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora