· Heaven School Blessing [HuaLian]

44. Blanca flor, pero rojo corazón

— ¿Ge... Gege? —, llamó preocupado al ver que no reaccionaba.

A pesar de que los ojos de Xie Lian enfocaban a Hua Cheng, no parecía que le estuviese mirando. Era como si su mirada se hubiera perdido en el vacío del silencio; y cada segundo que pasaba de esa manera, la inquietud del corazón del más alto crecía. 

¿Y si había acabado con la paciencia de Su Flor y estaba pensando en una manera de decírselo? 

Un terrible escalofrío recorrió todo su cuerpo solo de pensar que se había cargado lo que fuera que tuviese con Xie Lian; o quizá... ¿había vuelto a extrapolar antes de hora? 

— ¿Dianxia? — pronunció mientras su mano aterrizaba delicadamente sobre la mejilla del contrario para darle un par de caricias. 

Pensando en claro... puede que no fuera la acción más adecuada dada la situación, pero antes de que su mente recapacitara sobre ello, su cuerpo ya se había movido. Aunque pudiera parecer contraproducente, cuando sentía que podía perder a Xie Lian, su instinto le impulsaba a acercarse más a él.  

Por suerte, un par de mechones castaños y finos como la seda caían por el rostro del de blanco; por lo que pudo disfrazar su caricia como si se tratara de un gesto amigable y cortés al retirárselos antes de preguntar, — ¿Pasa... algo? —, tragó saliva. — No tiene que darle vueltas.... Era solo una broma...

— ¿Una... broma? —, contestó finalmente con un tono imposible de clasificar. No sonaba muy convencido a pesar de lucir sorprendido. Pero por encima de todo... ¿sus oídos le habían engañado o Xie Lian había sonado algo decepcionado?

Sea como fuere, una sensación de déjà vu vino a su mente en el mismo instante en el que Su Flor mencionó aquello. Aunque para ser sincero, no recordaba cómo le fue exactamente las veces anteriores. 

Pero tampoco podía haberle ido tan mal... ¿cierto? Si le había propuesto matrimonio bajo esa excusa y todavía no lo pateado de su lado, podía considerar su disimulo medianamente eficaz... ¿o no?

.....

Hua Cheng respiró profundamente mientras cerraba sus ojos. 

Ah... no importaba. Simplemente no podía volver a hacer eso. En primer lugar, ¿podría Xie Lian volver a creer la misma excusa?; y segundo... ¿acaso iba a excusarse diciendo que no iba en serio cada vez que la situación se complicara?

Sin más, el azabache abrió sus ojos de nuevo. — Bueno... no es que sea completamente broma. Ciertamente pienso que el desnudo artístico es hermoso, pero no tienes que hacerlo si es incómodo para ti, ¿de acuerdo? —, explicó dudando en si mirar o no al de blanco. — Mi único deseo es retratar la enorme belleza de Su Alteza; y permítame decirle que para ello solo importa que sea usted. La ropa que puedas o no llevar no podría ser más secundaria. — declaró con una ligera sonrisa que desapareció en cuanto volvió a hablar, —Claro que... Entenderé si no quieres volver a verme siquiera después de lo que he dicho. Esta vez me he pasado, no sé ni cómo se me ha podido ocurrir pedirte que posaras desnudo para mí. Este San Lang se dis-... 

Antes de que pudiera acabar de pedirle perdón, Xie Lian estalló en carcajadas; a lo que Hua Cheng solo pudo preocuparse más si cabía. 

¿Qué era tan gracioso como para que reír hasta el punto en que tuvo que llevar sus manos al vientre? ¿Tan penosa había sonado su disculpa? 

— San Lang, pfft... no es justo que me hagas esto. —, alcanzó a decir entre risas.

Sin embargo, mientras el de blanco se desternillaba a placer en mitad de la cocina, la confusión del de rojo solo crecía más y más. — ¿Qué... no es justo? —, preguntó vacilante mientras procuraba no tomarse más libertades de las que debería. Cuando estaba nervioso, la naturaleza de Lluvia Sangrienta lo impulsaba a acercarse a Su Flor, pero en este momento sabía que debía esforzarse por dejar algo de aire entre ellos.

— San Lang... —, llamó mientras se secaba una lágrima del extremo de sus ojos. — Ven aquí, por favor.

En realidad, no había mucha distancia que acortar. De todas formas, Hua Cheng dio un par de pasos en dirección al castaño hasta que las puntas de sus pies hicieron contacto. — ¿Así esta bien...?

— Perfecto. —, contestó sonriente antes de alzar su brazo y dar un pequeño golpecito con el puño en la cabeza del más alto. — Eso es por bobo, no vale que que me hagas reír hasta hacer que mi estómago duela. —, dijo entre risas antes de colocar sus manos sobre los firmes hombros del de rojo para ponerse de puntillas. — Y esto es po-....

Xie Lian estaba a punto de inclinarse para depositar un pequeño beso en la punta de la nariz del otro cuando vio cómo la nuez de Hua Cheng se marcó significativamente al tragar saliva; por lo que obviamente se detuvo. ¿Cómo se le había ocurrido que su amigo estaría de acuerdo? ¿Es que el accidente en el río había hecho que su cerebro perdiera oxígeno?

— A-Ah... Mejor olvida esto último, San Lang. —, dijo, esta vez sí, con su risa nerviosa. — Es muy lindo saber que hay alguien que se preocupa tanto por mí, y agradezco mucho que me cuides tan bien; pero es demasiado gracioso. Te repito que no hay nada por lo que debas pedirme perdón, y menos una cara tan seria como si hubieras cometido la mayor ofensa que pudieses hacerme hecho. Además... ¿puedo preguntar de dónde te sacas eso de que no quiera estar más contigo? Me encanta pasar el tiempo con San Lang.

Xie Lian llevó su mano hasta la cabeza de Hua Cheng y peinó con con suma delicadeza allí por donde había golpeado suavemente al de rojo. — Comparto piso con Shi Qing Xuan desde hace años. Supongo que ya sabes que es bastante... em... despreocupado. ¿De verdad crees que todavía conozco lo que es la privacidad? —, contó mientras recordaba. — Se pasea por mi habitación cuando quiere sin importar que me esté cambiando, y tampoco le importa colarse en el baño cuando me ducho. Además, no creas que ha sido solo una la ocasión en la que me esconde la ropa y tengo que perseguirle por toda la casa con solo una toalla hasta que me la devuelve. —, una risa desganada salió cuando mencionó esa última parte. — A lo que voy es a que... no me has incomodado. Simplemente... me pillaste por sorpresa...

A decir verdad, había sido mucho más que un 'pillar por sorpresa'. ¡Poco faltó para que su corazón se detuviera en el mismo instante en que le hizo ese travieso guiño seguido de aquella proposición! 

Su cuerpo siquiera había sido capaz de mostrar algún tipo de reacción durante unos instantes aún si comprendía lo que Hua Cheng quería decir. Después de todo, Xie Lian también entendía sobre arte y era capaz de apreciar un desnudo. ¡Pero de ahí a ser el modelo había una gran brecha! Incluso si no tenía problema con que su amigo lo viera desnudo, ¡era muy vergonzoso pensar que este observaría cada parte de su cuerpo para pintarlo en un lienzo!

No obstante, le sabía mal rechazar a su amigo; y ahora que había visto lo mucho que preocupaba al de rojo haberle molestado con esa sugerencia, no se veía capaz de decirle que no aún si moría de vergüenza en el intento. 

— Así que... San Lang. —, dijo antes de sujetar la cara del contrario con la punta de sus dedos. — Tienes mi palabra, lo haré... 

Por lo general, Hua Cheng se habría dado cuenta de la razón detrás de aquel 'sí' de manera que habría impedido que Xie Lian aceptara hacer algo que no quería plenamente. Sin embargo, en este momento todavía estaba tratando de procesar la información anterior. O mejor dicho... intentando controlar su temperamento.  

El azabache tomó fuertemente las manos del más bajo mientras lo miraba con atención antes de decir en un tono agrio y más grave de como solía hablarle, — Dianxia, está diciendo que...  ese tal Shi-lo que sea, el mismo que está con Aguas Negras, vive con usted y lo... lo trata... ¿descarada e irrespetuosamente? 

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¡Buenas a todos y todas!

Por poco no lo cuento, pero aquí vengo con la parte de esta semana. Espero que les haya gustado aun si solo fue un poco, o mínimo, sacado alguna sonrisa. Recuerden que si así fue pueden dejar una 🌟 o comentario, que motivan enormemente. Y si les encantó, siempre pueden seguirme <3

— ¡Cuídense mucho y tengan un buen día! ¡Nos leemos!~