37. "El Príncipe Heredero que complació a Dios" (Parte I)

2.4K 411 242
                                    

Xie Lian parpadeó confuso. — ¿Mn?

¿Había pasado algo y él se lo había perdido? Hua Cheng se veía sumamente tenso, como si algo hubiera alterado fuertemente a su corazón. No obstante... solo había sido él mismo preocupándose por su amigo. Si se encontraba enfermo, no había mejor remedio que descansar en la cama. Así que, ¿a qué venía esa cara?

De todas formas, Xie Lian optó por no darle más vueltas al tema y se dispuso a arrastrar al de rojo hasta su dormitorio. Seguramente Hua Cheng estaba extraño debido a la fiebre. 

Toda la casa estaba decorada en tonos rojizos. Desde las paredes hasta los muebles. De tan solo escuchar esta vaga descripción, cualquiera pensaría que se trata de una decoración caótica y abrumadora. Un lugar lleno de colores chillones en el que definitivamente no se querría entrar. Sin embargo, la realidad sorprendería a cualquiera. Xie Lian no estaba seguro de cómo era esto posible, pero toda esa gama de rojos lograba integrarse con armonía. 

Incluso cuando él estaba acostumbrado a ver paredes blancas o de verdes extremadamente claros, había algo que evocaba un sentimiento de hogar en esta morada carmesí. Y esta emoción había sido tan fuerte que se había dejado llevar por ella...

Había tomado alegremente la mano de Hua Cheng para arrastrarlo hasta la cama, pero... ¡¿dónde se suponía que estaba el dormitorio?! 

Estaba en una casa que nunca antes había visitado. Claramente no sabía dónde estaba cada habitación, y para más inri, todas las puertas estaban cerradas. ¡¿Así que de dónde salió esa confianza de 'sígueme, yo te llevo'?!

Por suerte, parecía que Hua Cheng pudo descifrar su inquieto rostro. — Gege... La penúltima puerta. A la izquierda.

El resultado era el mismo, pero Xie Lian verdaderamente se alegraba de que se lo hubiera dicho sin necesidad de preguntar nada. De lo contrario... ¿No habría sido demasiado penoso que después de llevárselo con tal determinación le preguntara dónde era?

☆゚・*:.˛ ˚ღ゚:゚:*•:。.: ★ ˛ღ゚・*:。.・*.☆☆゚・*:.˛ ˚ღ゚:゚:*•:。.: ★ ˛ღ゚・*:。.・*.☆☆゚・*:.˛ ˚ღ゚

"Ah... La habitación de San Lang es tan... ¡San Lang!", pensó en cuanto abrió la puerta mientras una tímida sonrisa se dibujaba en su rostro.

Desde que Hua Cheng le habló de su cuarto cuando hablaron por teléfono había sentido un poco de curiosidad por saber cómo era... Bueno... "Un poco" tal vez era quedarse corto. En verdad, todo lo que viniera de ese hombre vestido de rojo despertaba su interés. 

Lo conocía de hace menos de una semana, pero ese poco tiempo había bastado para olvidar la monotonía y reencontrarse con la emoción. Incluso había descubierto nuevas emociones junto a él. Por ejemplo... 

Por ejemplo...

...

...

...

¡¡No!! ¡¡ESO había sido un ACCIDENTE!!... 

Hua Cheng salvó su vida, y viceversa.

¡¡No había ninguna otra intención!! ¡Eran amigos y sus vidas estaban en juego! Además, no era como si pudiera empezar a sentir algo más por una persona en tan solo unos días... Quizá... quizá si se conocieran de hace años... podría considerar esa opción... ¡Pero no! ¡No había manera de que su corazón estuviese empezando a latir más de la cuenta por San Lang!  

Aunque entonces... ¿Qué había sido lo de hace un rato?

...

¡¡Ah, no!! ¡Definitivamente tenía que sacarse todo eso de la cabeza! Puede que eso de convivir con el Maestro del Viento estuviera empezando a afectarle. 

¡Sí! ¡Eso debía ser! ¡No había manera de que él estuviera empezando a interesarse ASÍ por alguien!... ha, ha, ha, ha...

— Gege, ¿estás bien? — Preguntó de repente

— ¿E-Eh? Ah... Sí... Ha, ha, ha... — Trató de calmarse. — Más importante, ¿cómo te encuentras tú?

Aquella respuesta no terminó de convencer a Hua Cheng. No después de que el de blanco se hubiera empezado a reír nerviosamente de la nada. Tal vez... ¿había algo en su cuarto que lo había incomodado? 

Para ser honesto, había algunas cosas en la habitación del azabache que definitivamente preferiría quemar antes de dejar que Xie Lian las viera. Sin embargo... estaba seguro de que tenía esas cosas bien escondidas. A no ser que el castaño se pusiera a rebuscar por cada rincón no había forma de que lo descubriese, así que esa opción quedaba descartada. 

Igualmente, Hua Cheng tampoco se atrevía a cuestionar la voluntad del otro, por lo que dejó el tema a un lado y contestó, — Desde que gege me cuida, estoy mucho mejor.

En el rostro del contrario apareció un ligero rubor. — De-deja de bromear, San Lang... 

El de rojo dejó salir una pequeña risita. En realidad, estaba siendo completamente serio al respecto. Para él, que su persona favorita estuviera haciéndole compañía era la mejor cura posible. No obstante, la expresión nerviosa del castaño se veía tan linda que simplemente no quiso decir nada que pudiera arruinar la visión. 

No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que Xie Lian era una persona cuyo rostro enrojecía con facilidad, pero esto era parte de su atractivo. Aunque por supuesto, si bien le encantaba, no era el físico lo que más adoraba de él, sino su maravillosa personalidad. La gentileza con la que trataba a todo el mundo y esa nobleza que nadie excepto Xie Lian poseía. Si realmente tuviera que ponerse a enumerar todas y cada una de las cualidades que amaba del de blanco... Probablemente ni una vida, ni dos serían suficientes. ¡Siquiera tres bastarían! Xie Lian era demasiado perfecto para él. Y cuando Hua Cheng decía "perfecto", lo hacía englobando tanto sus virtudes como defectos.

A pesar de que estuviera sumamente enamorado de Xie Lian, reconocía que, al igual que cualquiera, tenía sus peros. Sabía de primera mano que el de blanco era bastante torpe, como si la suerte no estuviera de su parte; o que podía llegar a ser muy ajeno ante algunas situaciones. Sin embargo, para Hua Cheng, estas imperfecciones seguían siendo tan perfectas como el resto de sus aptitudes.

Por eso, cuando Lluvia Sangrienta decía que amaba todas y cada una de las facetas de su Flor, estaba siendo totalmente sincero. E incluso si el futuro fuera impredecible, estaba seguro de que estos sentimientos no cambiarían. Sea lo que fuere que descubra acerca de Xie Lian, cautivaría su corazón. Y consiguientemente, una estúpida sonrisa se dibujaría en su cara; al igual que esa que se formó en el mismo instante en el que oyó las siguientes palabras.

— Co-como sea... San Lang, solo métete en la cama mientras preparo algo para que te recuperes. 

— A sus órdenes, Alteza. — Respondió con una ligera reverencia.

.............................................................................................

¡Buenas a todos/as!

Quisiera hacer una pequeña explicación. En un principio, esta parte no iba a ser cortada ahí, sino que continuaba. Sin embargo, si lo dejaba todo habría sido demasiado extensa en comparación del resto de capítulos, por lo que he preferido dividir la parte en dos. Es por ello que tal vez haya resultado más pesada/aburrida de lo habitual. 

Pero... ¡les prometo que la próxima semana se viene un buen capítulo! (Ahora es cuando llega el próximo miércoles y en realidad no le interesa a nadie ;;)

Espero que les haya gustado, o al menos, sacado alguna sonrisa. Recuerden que si así fue pueden dejar una 🌟 o comentario, que motivan enormemente. Y si les encantó, siempre pueden seguirme <3

— ¡Nos leemos! ¡Ojalá se encuentren bien!

· Heaven School Blessing [HuaLian]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ