41. Comprender a Lluvia Sangrienta

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Si hace unos instantes, cuando todavía estaban subidos encima de la cama era Xie Lian quien estaba arriba; ahora era el turno de Hua Cheng. Sus manos envolvían nuca y cintura del ya mencionado, mientras que las del de blanco sujetaban con firmeza los hombros del contrario.

Si una persona le preguntara a otra cómo podía ser que dos hombres que decían ser 'solo amigos' habían llegado a tal postura, la respuesta sería: "es deliberado"; o en su defecto: "están experimentando".

Pero... ¡¡Hua Cheng de verdad podía jurar que no era así!!

¡¿Cómo iba a estar jugando cuando se estaba jugando su relación con Xie Lian?!

Ah... Y su mente no le ayudaba en absoluto. ¿Es que no podía imaginar ninguna situación bonita y con final feliz? ¡Ni siquiera pedía un final de ensueño en el que por ciencia infusa Xie Lian resultara estar enamorado de él, se casaran bajo la bendición del Cielo y tuvieran una idílica Luna de Miel! ¡No! ¡A Hua Cheng realmente le bastaba con no parecer repugnante ante los ojos de Xie Lian después de haberse puesto erecto por una ronda de caricias suyas!

Pero si la mente del de rojo ya era un tremendo caos, la del de blanco estaba igual o peor.

Si bien el azabache sabía qué estaba pasando, a qué se debía y cuál era el detonante del pánico; el castaño estaba perdido. Si alguien quisiera plasmar su confusión en cifras... ¿setenta sobre cien? No, mejor un ochenta..... Qué demonios, un noventa por ciento.

Y tal desconcierto se debía a la misma desventaja que le perseguía en cualquier aspecto relacionado con amor o placer. Dado que le habían prohibido; o peor, inculcado que estaba mal interesarse por dichos temas, el conocimiento de Xie Lian se reducía a las cuatro cosas que había podido llegar a estudiar en el colegio.

¡Y he ahí otro gran problema! ¿Qué le había enseñado el colegio en este aspecto? 

No, espera. Antes de preguntarse lo que el sistema educativo le había enseñado sobre las erecciones, primero habría que plantearse otra cosa. ¿Acaso le habían contado qué era una erección? 

A lo mucho, su cabeza alcanzaba a hilar con las bromas que Shi QingXuan solía gastar por las mañanas. Bromas que si bien cualquiera entendería fácilmente; Xie Lian se quedaba procesando a mitad.

"¿Su Alteza nunca ha tenido que lidiar con estas cosas?", "Aww, tan casto", "Cuando crezca y empiece a sentirse extraño, avíseme para que le deje el baño libre", esas eran algunas de las burlas del Maestro del Viento hacia Xie Lian; y ahora mismo, su único referente.

Por ello, dado que el de rojo parecía no querer tomar la iniciativa en hablar, el de blanco decidió hacerlo sin importar lo inseguro que estuuviera. A menos que Shi QingXuan le hubiera mentido, era algo de un baño, ¿verdad?

Acompañándose de su risa nerviosa, sugirió, — Ah, ha, ha, ha... H-Hey, San La-...

Antes de que pudiera terminar, Hua Cheng le cortó. — No hace falta que diga nada, gege... Yo solo... — tragó saliva. — No importa. Ruego que me disculpes. — Dijo finalmente mientras se levantaba y alejaba poco a poco de Xie Lian.

No fue hasta que el azabache le dio la espalda que el de blanco reaccionó. — ¿Eh? — dijo confundido. — San Lang... ¿puedo decirte una cosa? 

La verdad era que Hua Cheng no estaba seguro de querer oír la respuesta, pero al final, decidió asentir. No podía ser peor que su propia imaginación, ¿cierto?

Xie Lian esbozó una pequeña sonrisa cuando vio a su amigo aceptar su petición. — Verás... — Comenzó. Pero antes de continuar, optó por pasar sus brazos alrededor del cuello del contrario. Habían pasado tanto tiempo pegados el uno al otro que por loco que sonara, su subconsciente necesitaba estar abrazando a Hua Cheng para sentirse cómodo. — De las veces que San Lang se ha disculpado conmigo, creo que no hay ninguna en la que comprenda el por qué. No creo que hayas hecho nada por lo que debas pedirme perdón, y tampoco creo que lo vayas a hacer. — Los labios del de blanco se curvaron hacia arriba. — Aunque tú digas que no, en realidad eres demasiado cortés...

Una risita nerviosa abandonó su boca tan pronto como escuchó lo que había pronunciado. Sin embargo, cada una de esas palabras salían desde lo más profundo de su corazón; aún si el resultado podía ser vergonzoso, terminaría sea como fuere. — Así que... San Lang, si todavía insistes en disculparte conmigo, ¿podrías explicarme qué sientes que deba perdonar? 

Xie Lian trató de mirarle a los ojos, no obstante, la gran diferencia de altura entre ellos se lo impidió. ¡A menos que brincara para subirse a la espalda de Hua Cheng no podría hacerlo! 

Consiguientemente, al no haber podido establecer contacto visual, el de blanco optó por incrementar el físico. Sin más, sus brazos se aferraron con mayor vehemencia al de rojo mientras su pecho era presionado con tanta fuerza como cariño contra la espalada de Hua Cheng. — Conmigo no puedes dejar diálogos a medias para luego disculparte de la nada. Puede que pienses que sé de lo que hablas, pero si es así, realmente me tienes en alta estima. ¡A menos que me hables alto y claro no voy a captar nada! — había algo de frustración hacia sí mismo en su voz. — No me importa cuál sea el asunto. Si San Lang se está sintiendo mal por algo, este gege querrá ayudarle siempre. Al fin y al cabo, somos amigos, ¿no es así?

Lluvia Sangrienta se mantuvo callado por unos instantes. Su cabeza todavía estaba procesando el discurso de Su hermosa Flor. No obstante, al no obtener respuesta, la hermosa Flor no pudo evitar ponerse nerviosa. — Esto... ah, ha, ha, ha... ¿Fue muy cursi? Lo que quiero decir es que... Estoy para lo que necesites, y... ha, ha... — mejor decidió callarse antes de empezar a soltar sinsentidos.

De repente, una amplia sonrisa se dibujó en el rostro de Hua Cheng. Ciertamente, Xie Lian no pudo ver más que las esquinas de los labios del de rojo curvarse hacia arriba. Sin embargo, no importa cuán sutil fuera, su corazón se aceleró por verle sonreír.

Ahh... Él sí que debería disculparse de una vez por el beso que le había robado sin querer hace un rato. ¡¿Pero cómo iba a hacerlo?! ¡¡Si ni siquiera se había atrevido a confesárselo cuando el mismo Hua Cheng le preguntó!!

Pero antes de que pudiera comentar nada más, el de rojo tomó sus manos con delicadeza mientras entrelazaba sus dedos.  — A menos que me renuncies, aqueste demonio ni tristeza ni malestar conoce.  

Una vez declarado aquello, el azabache giró su cabeza hacia atrás, — Creo que no hace falta decir más para demostrar quién es el auténtico cursi.

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¡Buenas a todos y todas!

Por si alguien se pregunta sobre qué beso robado habla Xie Lian... la respuesta está en la parte 35. Y ya que hablo de referencias a capítulos anteriores... Sobre cita cursi de Hua Cheng, ¿alguien recuerda lo que HuaHua le contó a XieXie hace 25 capítulos (cap. 16)? 

Bueno, recuerden o no... espero de corazón que les haya gustado, o al menos, sacado alguna sonrisa. Recuerden que si así fue pueden dejar una 🌟 o comentario, que motivan enormemente. Y si les encantó, siempre pueden seguirme <3

— ¡Cuídense mucho! ¡¡Nos leemos!!~

· Heaven School Blessing [HuaLian]Where stories live. Discover now