70. La Flor reclama a su Lluvia Sangrienta

1.8K 300 318
                                    

A estas alturas.....

A estas alturas ya no le importaba que fuera correspondido o no. Simplemente no podía negarlo más, o de lo contrario se volvería loco. Su cabeza se perdía con cada palabra, cada gesto, cada sonrisa de Hua Cheng...

Amor y con mayúsculas era lo que sentía por San Lang. Ya no había duda.

— N-No.... No quiero. —, refutó confiando cada vez más en su postura. — Ni te voy a golpear ni me voy. Me quedo, me quedo contigo bajo cualquier consecuencia... — 'mi Lluvia Sangrienta', terminó en su mente. 

Su cuerpo tembló. 

Estaba nervioso. Demasiado nervioso para ser honesto. Sin embargo, de entre las miles de cuestiones sin resolver en su mente había una que, por lo menos, ya tenía clara: no había vuelta atrás.

Dio un largo y profundo suspiro, como si estuviera mentalizándose de lo que tenía pensado hacer a continuación. Tan pronto como sus ojos se abrieron tomó el rostro de Hua Cheng con sus manos ahuecadas.

Si en un futuro hablaban de esto definitivamente no iba a tener excusa. Puede que Lluvia Sangrienta fuera capaz de decir que todos sus actos habían sido cosa de aquel extraño bollo que había recogido de sabe-quién dónde. Es decir, le apenaría que fuera solo por eso; pero al contrario que su 'amigo', él no disponía de ningún pretexto. 

¿O qué iba a decir? ¿"Oh, lo siento. Mi cerebro es tan tonto que debió de confundirte con un bollo San Lang"? ¡¡Su mente era, efectivamente, estúpida frente a Hua Cheng, pero no por eso debía dejarse en ridículo constantemente!!

De todas formas..... Por mucho que ese incierto bollo hubiera hechizado al contrario, tampoco debía de disgustarle tanto a Hua Cheng.... ¿no?

Al fin y al cabo, no era como si un trozo de masa de la incertidumbre tuviera efectos tan radicales... ¿cierto

Quizá... quizá el de rojo no correspondía sus sentimientos, eso lo entendía. A decir verdad, le extrañaría más que lo hiciera, no tenía ninguna razón por la que quererle. A diferencia de su querido 'amigo', quien siempre era amable y servicial; él no tenía nada de bueno. A lo mucho, a veces era menos torpe que otros días. 

Sin embargo, volviendo a lo que le concernía.... si Hua Cheng realmente no tuviera ni un solo ápice de afecto hacia él no habría manera de que hubieran acabado en semejante escena, por lo que.... ummm... bu-bueno...... por lo menos.. por lo menos un poquito muy poquito debía de gustarle.... ¿verdad?

— Perdóname, San Lang... —, susurró antes de cerrar sus ojos una vez más. 

La punta de sus narices se rozaba de nuevo al igual que su frente. Su cuerpo temblaba cada vez más, y Hua Cheng era plenamente consciente. 

Bueno... en realidad 'consciente' era bastante discutible. Sus ojos observaban cosas, pero su mente no terminaba de procesarlas. Llegados a este punto disponía de poco más que sus sentidos básicos, aunque si había algo que nunca podría ignorar sería la dulzura y ternura del hombre frente a él. 

Presentía lo que Xie Lian tramaba, cosa sobre la que su control se había prácticamente perdido le llenaba de felicidad. 

No obstante... ver sus labios temblar, presionándose con fuerza e inseguridad le hacía pensar que en verdad lo estaba obligando. 

— No, es Su Alteza quien debe perdonar a este sucio demonio. —, se disculpó en voz baja, a sabiendas de que ya no era capaz de detenerse. 

Sus manos se posaron sobre las del contrario envolviéndolas con su tacto. Por alguna razón, aquello logró que Xie Lian dejara de temblar. Era como magia, cada punto donde su San Lang le tocaba empezaba a calentarse. Ardía de forma especial y única por y para él. 

· Heaven School Blessing [HuaLian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora